Transverdad, cultura del cansancio y sociedad enjambre: Osadías complejo transdisciplinares, mímesis mediatizadas

Transición a una Economía Circular como posible modelo de desarrollo sostenible en el sector industrial del Ecuador

Tranverdad, cultura del cansancio y sociedad enjambre: Osadías complejo transdisciplinares, mímesis mediatizadas.

Villacorta Guzmán, Juan Richar

Escuela Militar de Ingeniería

richbo@hotmail.com

Introducción

El texto nace de la experiencia deconstruida (Corngold, 1984) a lo largo de un caminar en procesos simplemente humanos, que fueron acompañados por rostros y paisajes concretos. Es un texto provocador que no quiere dar respuestas sino ser un aporte de lectura compleja y transdisciplinar para que cada uno asuma su compromiso ético político. Las mimesis (Chow, 2006) existentes de la actualidad permiten acompañar el proceso de emergencia continua de chivos expiatorios (Girard, 2002). En síntesis, es un texto provocativo desde el caminar con los doctorantes de Complejidad de la Escuela Militar de Ingeniería de Cochabamba Bolivia, de los colegas académicos, de los amigos andar pausado y de los miles de rostros cansados ante la mentira organizada.

El texto un tanto “desordenado” es producto de reflexiones realizadas en un año intenso y novedoso, que sintetiza una larga caminada por el libro de la vida, pero eso si trabajadas desde una postura de reflexión en tiempos llamados de pandemia, o mejor en el fin de las certezas, como nos diría Prigogine. En este pequeño espacio, va el caminar cotidiano, desde un cuestionamiento teórico epistémico a muchas posibilidades de certezas en medio de una sociedad, donde lo sólido se deshace en el aire (Berman, 1988), por ello un pequeño homenaje a Hans van den Berg osa, el maestro que me ayudo a entender el camino de la libertad y la búsqueda como elemento de amor por la vida.

1. Primer lenguajear

1.1.       La transverdad: construcciones y deconstrucciones “verdaderas”

Hablar de la verdad nos remite a una serie de acepciones y percepciones, las cuales intentaremos en primera instancia presentar su sentido genérico, pero también un primer acercamiento reflexivo para ver la polivalencia del término.

Para desentrañar el sentido de la palabra “verdad” es conveniente recordar el significado que tiene en las tres lenguas de mayor influencia en nuestra cultura:

  • El griego utiliza aletheia, que significa “lo que no está oculto”, “lo que está manifiesto”, podría entenderse como “descubrimiento”. La falsedad, el pseudos, es su contrario, el “encubrimiento”. Así pues, verdad en griego es descubrimiento de las cosas, desvelamiento de lo que son. Hay que matizar que primariamente se refiere a mostrar “las cosas mismas”, y sólo secundariamente se refiere al decir, en la medida en que decir la verdad enuncia (muestra) el ser de las cosas. La razón humana descubre las cosas como son y las muestra mediante el lenguaje.
  • En latín, el término veritas se refiere, concretamente, a la “exactitud y el rigor en el decir”. Verum es “lo exacto y completo”. Veritas hace referencia directa al decir, y no tanto al decir enunciativo, sino al narrativo, al que conecta lo que se dice con quién lo dice. Este matiz lo recoge la palabra castellana “veracidad”, que se opone a “mentira” o “engaño”.
  • Y, por último, en hebreo, el término emunah también se la expresa como emth[1] (אֱמֶת) expresa la verdad en el sentido de confianza. Un amigo verdadero es aquel con el que se puede contar. El vocablo emunah remite, pues, a la confianza de que se cumplirá algo que esperamos.
  • Estos tres sentidos diferentes están presentes y constituyen el origen del término “verdad”, consolidado por la tradición europea.

Esquemáticamente podemos presentar de a siguiente manera:

1.2. Verdad en Quechua y Aymará

La palabra verdad en quechua y aymará es una palabra que al igual que en los idiomas antes mencionados tiene distintas acepciones, así se puede decir:

  • En quechua algunos escriben como chiqa otros Cheqa[2]
  • Para el aymara ya tenemos cuatro acepciones: chikka = recto, verdad; chiqa= Verdad, seguro, directo; Sikhxataña = Averiguar, buscar la verdad; Yatxataña = Averiguar, descubrir la verdad

La historia de las ciencias en general y de la filosofía en particular tienen distintas acepciones de lo que sería la verdad, elemento que a su vez nos ayuda a complementar la postura ante las formas de las expresiones del pensamiento, ya sean ellas desde un punto de subjetivo, objetivo o de otras percepciones, en las cuales de alguna manera incidirán todas posibilidades directas o indirectas de la relación “individuo-especie-sociedad” (Morin, 2002).

Cuando hablamos de verdad, no simplemente hacemos referencia al criterio de verdad, sino al hecho de la verdad “ahí” en una variación indirecta del “ser ahí de Heidegger”, pues ella nos puede permitir entender como la verdad es algo que tiene su contexto y su percepción disciplinar, es decir corresponden a un tiempo y contexto determinado, mucho más si pensamos en la dimensión posmoderna, donde la emergencia del “yo” hace que muchas palabras tengan distintas acepciones y percepciones, así lo encontramos en la postura posmoderna (Lyotard, 2000), pero que ella puede ser manejado y manipulado de distintas maneras, así por ejemplo penemos las famosas “fake news”.

Serán esas orientaciones de verdad las cuales no permite llegar al fondo de aquella verdad que se quiere transmitir razón por la cual el entorno, las personas, los medios y la sociedad se encarga de desviar la atención del hecho en sí, para llegar al hecho para sí.

Ya desde una primera aproximación, podemos indicar algunos derroteros en torno a lo que sería la verdad,

1.3.   Cultura del cansancio (Han, 2012): “cultus” y ocultos culturales

Se caracteriza por la desaparición de la otredad y la extrañeza. … en lugar de esta aparece la diferencia, que no produce ninguna reacción inmunitaria.. (Han, 2012). La falta de extrañeza a lo cotidiano, tiene que ver con la aprehensión de lo exótico “como lo normal” experiencia que nos llevan a la “adrenalina” como alternativa procurada de muchísimas maneras.

“Según la genealogía baudrillardesca de la enemistad, el enemigo aparece en la primera fase como un lobo. Es “un enemigo externo, que ataca y contra el cual se defiende construyendo fortificaciones y murallas” (Kranss et al., n.d.). En la siguiente fase, el enemigo adopta la forma de una rata. Es un enemigo que opera en la clandestinidad y se combate por medios higiénicos. Después de una fase ulterior, la del escarabajo, el enemigo adopta por último una forma viral: “el cuarto estadio lo conforman los virus, se mueven, por decirlo así, en la cuarta dimensión” (Han, 2012).

Es mucho más difícil defenderse de los virus, ya que se hallan en el corazón del sistema”. Se origina “un enemigo fantasma que se extiende por todas partes, igual que un virus, y que penetra los intersticios del poder”. La violencia viral parte de aquellas singularidades que se establecen en el sistema a modo de durmientes células terroristas y tratan de destruirlo… (Han, 2012)

Esa violencia que tiene su base en lo glocal (Mora-García, n.d.) frente a lo global. Mostrará que sea de un lado o del otro, existe una especie de hastió con todo lo institucionalizado, los grupos que están a favor parcializan su visión en una neo aplicación de la sociedad “unidimensional” (Marcuse, 1983), es desde esa postura que bajo la excusa de todo es posible que se van creando propuestas que nos alejan de temas concretos que tienen que ver con la verdad de los “requerimientos de la sociedad o del grupo” (Soliz Gemio, Robles Rodríguez, Villacorta Guzmán, & Vaca Cuellar, 2017) como tal así podemos comenzar hablando del problema de salud de un determinado contexto y terminamos hablando de la cantidad de enfermos con determinado tipo de enfermedad, eso pasa en la política, la educación, las clases de posgrado.

De ahí que la sociedad disciplinaria de Foucault (Eco, 1989), que constaba de hospitales, psiquiátricos, cárceles, cuarteles y facultades universitarias en la sociedad de hoy, ante el cansancio existente tiende a crear nuevas formas de reclusión y fuga del mundo, por eso emerge en su lugar, para establecerse desde hace tiempo otra completamente diferente, a saber: una sociedad de gimnasios, torres de oficinas, bancos, aviones, grandes centros comerciales y laboratorios genéticos. La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria, sino del rendimiento. (Han, 2012)

Es en ese salto, que la nueva verdad pasa por una cultura del cuerpo, del hedonismo que busca ante todo emerger como posibilidad de una nueva verdad, la que nos lleva a posesionarnos de una cultura del cuerpo completamente diferente de aquella que encontramos a lo largo de la historia de la humanidad.

El salto de sujetos sujetados (Derrida, 1989) a la obediencia al de sujetos sujetados al rendimiento, experiencia que nos muestra un proceso de emergencia de nuevas formas de presencia, las cuales no sólo provocan tensiones, sino peligrosas proyecciones, además de tensiones con alto índice de inconformidad y disconformidad con el rendimiento personal.

La nueva sociedad produce aparentes sujetos, pero que en el fondo son objetos, debido a que son depresivos y fracasados; quiénes no solamente no saben lidiar con sus dificultades, sino que las proyectan teóricamente en los otros, más en el fondo lo único que hacen es tener a una nueva forma de autoflagelación, es decir que si bien proyectan en los otros, ellos mismos, cada uno, es insatisfecho, pues “no aprovecho bien las oportunidades” (J. richar Villacorta Guzmán, 2003), es parte de su parecer o también la gran visión sesgada a una autoflagelación, en la cual ya no necesitan silicios ni torturas, sino que la marginación, la búsqueda de soledad, la necesidad de llamar la atención son sinónimos de dicho cansancio.

Eso nos enfrenta a la tensión entre el poder y el hacer, en una combinación catastrófica del “poder hacer” el cual no es que sea malo, sino que se pone como punto de referencia personal, dicho punto de referencia, ya no hace que uno compita con otros, sino con uno mismo, para ello cada uno busca entender de la mejor manera su productividad o expresarla de manera mimética, de esa manera los triunfos y fracasos tendrán la posibilidad de bendición por parte de los ídolos. (Löwy, 1999)

De ahí que es parte de la cotidianidad la tendencia depresiva, la cual deviene de las tensiones cotidianas que expresan entre el asco por la sociedad en la cual se convive, hasta la negación del instante, pero con medidas radicales de auto y heterodestrucción, eso implica necesariamente, que el modelo no es solamente la posibilidad del castigo a recibir, sino la capacidad camaleónica de proyectar, asumir e incidir en una relación auto-eco y co organizada, es decir que las medidas “normales” del famoso “crimen y castigo” (Dostoiewski, s.f.).

1.3.1 La depresión expresión de la sociedad ultramoderna[3]

Desde la propuesta conjuncionada a la ultramodernidad (Marina, 2000), quien en los inmensos saltos que vamos dando nos irá mostrando derroteros, los cuales, parten de la tensión entre la existencia cotidiana y el sentido del hacía dónde se camina, tema que a lo largo de la historia siempre es planteado desde el contexto coyuntural, lugar del cual emerge la pregunta. Es así que tendremos el paso a una sociedad donde las tensiones e intensidades a las cuales nos sometemos nos llevan a una continua cuestionante sobre el sentido del sin sentido.

Pues la depresión, más que todo une dentro de sí, la relación dialógica entre la negación de lo inmediato no conseguido (sociedad del rendimiento) versus la postura de negación del momento actual, para lo cual se recurre a distintos tipos de auto-justificación.

Esas posturas depresivas llevan al agotamiento producto de una intensidad de negación de aquello que le rodea, pero que en el trasfondo trae una serie de elementos productos de la tensión con el rendimiento y el sentido del para qué de dicha actividad.

En virtud a lo anterior encontramos a la depresión como la expresión de la tensión entre lo que soy, lo que quiero ser, lo que quieran que sea y lo que piensan que debo ser, esa expresión lleva al cansancio hastió no sólo de las nuevas generaciones, sino a muchos “adultocientes”[4] quiénes deben enfrentar en medio de las grandes urbes a sus soledades y silencios mimetizados en distinto tipo de escapes.

1.3.2 Las rupturas de la sociedad del cansancio

La llegada de la sociedad del cansancio, tiene como base central al “animal laborans tardo moderno” que no renuncia de ningún modo a su individualidad ni a su ego para consumarse trabajando en el proceso vital anónimo de la especie”

Es esa postura que lleva a considerar al trabajo como la esencia de su quehacer cotidiano, desde una perspectiva meramente marxista, con tendencias existencialistas, nos encontramos con que “el trabajo es tan malo, pero tan malo, que nos pagan por hacerlo” (Assmann), pero tras de esto se tiene una cadena de domesticación y explotación a partir de la cual se encuentra la postura antropocéntrica que nos muestra que se halla “ dotado de tanto ego que está para explotar, y es cualquier cosa, menos pasivo. Si uno renunciará a su individualidad y se entregará plenamente al proceso de la especie, gozaría, cuando menos, de la serenidad propia de un animal. El animal laborens tardo moderno es, en sentido estricto, todo menos animalizado. “Es hiperactivo e hiperneurótico” (Han, 2012)

El sentido del creer ha caído en un vacío, en una especie de nuevo nihilismo que lucha entre la necesidad productiva, versus la tensión de la improductividad o la falta de posibilidad de tener espacios de rendimiento

La sociedad del cansancio es compañera de la sociedad de la queja, pero también de la hiperactividad, pues las actividades físicas que no son realizadas en el nuevo modelo de trabajo, son sublimadas en el deporte del gimnasio, la carrera y el consumo de una serie de productos que permiten la aparente fortificación del cuerpo hasta aquellos que pueden producir un efecto no intencional contrario.

1.3.3 Sociedad disciplinaria preámbulo de la sociedad del rendimiento

La sociedad disciplinaria de Foucault, de las cárceles, cuarteles y conventos poco a poco va quedando atrás para dar paso a la nueva sociedad, la cual se expresa en: Shoppings, torres altas con oficinas, grandes aviones, la rapidez, velocidad, discusiones genéticas y/o neuronales … es decir pasamos de la sociedad disciplinaria a la sociedad del rendimiento, es decir la sociedad del emprendedurismo pues ya no se requiere sujetos obedientes, sino sujetos rendidores, el nuevo pragmatismo del siglo XXI, donde “el todos podemos” desde un “yo puedo” se convierte en la base del accionar cotidiano, siguiendo a Assmann, estaríamos nuevamente ante nuevas forma de descartabilidad, lo cual implica ver los virus que se apropiaron como verdad o son parte del nuevo enjambre.

Hay un nuevo mimetismo de la sociedad disciplinada de Foucault, que tiene un desliz desde la presencia de virus que llevan al rendimiento a categoría de enfoque mayor, el cual no acepta crítica, sino que se convierte en criterio y categoría de análisis evaluador cotidiano y personal.

El criterio ya no es el haber cumplido o no, sino que el criterio descalificador se da por cuan efectivo y rendidor es el proceso que se lleva adelante, eso se expresa por medio de individuos que responden a las neo “escuelas” del seudo “alto rendimiento”

1.3.4 De la sociedad del rendimiento a la sociedad del cansancio

A nadie le es extraño el discurso del rendimiento, discurso que lleva a buscar distintas instancias de satisfacción interna y externa, entonces el concepto de “time es money” del pragmatismo norteamericano o aquella que dice “The time is Gold”, nos lleva a mostrar que la llamada “sociedad del rendimiento, como sociedad activa, está convirtiéndose paulatinamente en una sociedad de dopaje” (Han, 2012)

Eso debido a que se debe tener personas con un mayor rendimiento, razón por la cual se buscarán distintos tipos de dopaje, pues nadie quiere quedar afuera del concurso que implica inclusive una ruptura con la experiencia del tiempo y espacio.

Para ello la sociedad de mercado (Villacorta Guzmán, 2009), se fue dando modos e ideas de construcción trascendental que permiten que se pueda hacer del dopaje algo “normal y natural”, razón por la cual crea distintos espacios, parecidos a los de los comienzos de la Edad Moderna, cuando cerca de las fábricas se fue construyendo y en torno a él toda una serie de elementos que limitaban la movilidad, pero eso si, garantizaban la alta eficiencia del empleado, se comenzó con las casas, la comida, después se trajo a la familia, el placer con los deportes y actividades teatrales…

De esa manera, poco a poco se va construyendo los nuevos dopajes, para hoy tener en nuestro entorno toda una serie de productos que provocan el dopaje cotidiano y “facilitan” el rendimiento: cajeros automáticos, comida rápida, entrega inmediata, los servicios de alta eficiencia, que hacen que uno tenga una serie de factores internos y externos que le llevan a la somatización, pero el fondo se da porque se les hace parte de la “sociedad del cansancio” (Han, 2017)

El nuevo rendimiento (me rindo y me miento) implica no solamente la posibilidad de un nuevo conocimiento, sino la negación a ir más allá de la zona de confort, dicha propuesta trae consigo la propuesta de un cansancio generalizado, sino de la misma sociedad, que en ese cansancio cotidiano inventa nuevas formas de fuga mundi o neo cansancio que provocan la cultura del auto-engaño o de la ilusión de la posesión, olvidando que ellos son poseídos por el entorno y por sus mismas soledades.

Por ello dirá que Byung considera aquella sociedad disciplinaria del pasado, que Foucault presentara; munida de hospitales, psiquiátricos, cárceles, cuarteles y fabricas; ha sido superada por la sociedad actual de rendimiento; la de los gimnasios, los bancos, los centros comerciales, las torres de oficinas y los aviones; aquí los sujetos ya no son de obediencia sino de rendimiento. Sin nombrar a Deleuze (Deleuze, 2002)

Ya en el ámbito educativo, podremos descubrir en una percepción somera de dos grandes universidades norteamericanas:

“En Cambridge tienen un dicho que refleja bien esa diferencia: Harvard forma a la gente que gobierna el mundo; el MIT forma a los lo hacen funcionar. Como consecuencia, en el MIT hay mucha menos preocupación por el control ideológico y mucho más espacio independiente.” (Chomsky, 2014)

La presentación de las dos posturas de Universidades, también nos puede invitar a una reflexión sobre el cansancio y el rendimiento, pues al ser ellas parte de todo un conglomerado de propuestas, necesariamente se podrá observar en las universidades la tensión entre su rendimiento y el cansancio de sus docentes, como también estudiantes, lo cual incide en todo el entorno educativo: “estamos cansads de tenerlos en casa, se debe ver la forma adecuada para que vuelvan a las jaulas cotidianas de domesticación.

1.4. Sociedad Enjambre: el mundo de las abejas y el mundo de las hormigas

Si tomamos en cuenta a Castells (2012) podremos ver que desde las distintas opciones de la presencia de las Redes en la actualidad y su participación en los distintos tipos de Movimientos Sociales, de ellos emerge una serie de respuestas que pasan desde un cuestionamiento a la sociedad actual con una postura de visión simplista se puede considerar como sustento al fin de la historia (Fukuyama, 1992), como sustento que muestra a la experiencia del Liberalismo que habría conseguido llenar las expectativas de la sociedad.

Al hacer referencia al mundo de las abejas o sociedad enjambre vemos la manera como en medio de la maraña puede haber sentido de esperanza, que en la colmena hay posibilidades de hacer un camino diferente, la dificultad se encuentra cuando negamos la posibilidad de ver la amplitud de oportunidades además de que en medio de ese aparente desorden existen distintas posibilidades de un trabajo ordenado y autoregulador. (Maturana & Varela, 1984)

En el mundo de las hormigas el sentido de orden es más rígido, eso debido a sus características propias, pero principalmente a la capacidad de adaptabilidad que fueron construyendo, será desde dicha adaptabilidad que las hormigas sean menos vulnerables que las abejas, lo cual les permite mantener una forma de red adecuada a un contexto vital y cotidiano en muchos lugares dónde la vida parece imposible o emergiendo en lugares de abundante vida con una fortaleza digna de grandes gladiadores.

La sociedad enjambre, si bien tiene semejanza entre las abejas y el mundo de las hormigas, nos plantea la posibilidad de integrar e innovar nuevas posibilidades de vivir atentos en un medio ambiente de características limitadas, pues, así como la vida de las abejas muestra las limitaciones de la planta, la actual vida en enjambre de los seres humanos va mostrando su vulnerabilidad y autodestructibilidad cotidiana.

2. Segundo Lenguajear: Entre transverdad cansada y enredada

Intentemos tres acercamientos básicos: la necesidad de una ruptura con la verdad dogmatizada, la posibilidad miradas diferentes en torno a lo humano y la posibilidad de vivir en incerteza.

La verdad tuvo distintas visiones y hoy es manipulada desde aparentes posturas dogmatizadas e idolatrizadas, ellas a su vez nos llevan a pensar en que desde dicha visión cada ciencia toma posturas religiosas (de religare), para que a partir de ella emita sus criterios de verdad, en dichos criterios no sólo prima una falsa postura ideológica, sino que se manipula todas las posibilidades socio política académicas para manifestar su necesidad de presencia mimético sagradas, eso se puede ver en la manipulación de las culturas, de productos para la nueva cultura corporal, para la eternización de la medicina en el campo de los medicamentos, la posibilidad de poseer y dejarse poseer por parte de muchos productos de eternización imaginaria.

El ser humano desde sus distintas posturas fue mostrando la importancia y validez de los entes autoreguladores como los más importantes, de ahí que hablemos de crisis económica, crisis política, crisis social…

Considero que la crisis antropológica que tiene un hilo desesperación entre el “demens y el sapiens” (Morin, 1987) marcando una diferencia que nos cuesta asumir, pues de esa manera no asumimos nuestras irresponsabilidades con nosotros mismos en primera instancia, ya que al considerarnos eternos, vamos destruyendo nuestra casa común y cada vez más, ella muestra su indignación ante semejante manipulación.

La posibilidad de vivir en la incerteza, no es otra cosa que la ruptura con los rasgos de modernidad que si bien hoy se cree que ya pasamos eso, la naturaleza nos está mostrando su presencia indiscutible, con los fenómenos naturales, con la capacidad para alimentar a tantos seres humanos y con el daño cotidiano que hacemos, debemos re-plantear la educación del futuro, una posibilidad son los siete saberes de Morín, pero simplemente es un medio, ya que si no asumimos el desafío lanzado por Morín y por los inconformes de la sociedad, la posibilidad de ser simplemente observadores pasivos de la sociedad del cansancio nos llevara a nuevas y falsas disciplinas sustentadas en un falso antropocentrismo epistémico, desde el cual se afirma que el conocimiento es biodegradable, a diferencia de las “verdades” reveladas, las creencias absolutas o las doctrinas cerradas.

Por ello se afirma que la “verdad” no es más que la rectificación de una cadena de errores, lo que significa que el error es generador de otros conocimientos. (Rodriguez Zoya, 2016), la “verdad no está en el tiempo”-, la lógica del tiempo pone de manifiesto, a partir de la obra seminal de Prior (2003), que el tiempo altera el valor de verdad o de falsedad de una proposición. En otras palabras, no solamente hay verdad en la historia, sino que, más radicalmente, hay una historia de (la) verdad. De este modo, la lógica en general gana en vitalidad, mundaneidad e historia.

Es exactamente la lógica de la relevancia la que pone de manifiesto que no existe una lógica única de una verdad (the One True Logic does not exist), algo que es válido, por lo demás, también para o a partir de la lógica modal.

El lenguaje de las ciencias de la complejidad está fuertemente permeado por la física, las matemáticas, la biología, la química y las ciencias de la computación, si bien es cierto que existen numerosos conceptos provenientes, cada vez más, de la filosofía y las ciencias sociales y humanas. El diálogo –es una metáfora- entre ciencias de la complejidad y las lógicas no-clásicas permitirá dos cosas: de un lado, la incorporación del lenguaje de las LNCs en el estudio de la complejidad y, de otra parte, el aprendizaje de lenguajes de la complejidad en el ámbito de la lógica en general. (Maldonado & Maldonado, 2020)

Todo esto, nos permite entender que la controversia es algo cotidiano en el proceso del conocimiento y la vivencia en general, pues en un acercamiento osado y atrevido sustentado en la complejidad, se presenta controversia entre el pensamiento complejo desarrollado por Edgar Morin (1990) y las ciencias de la complejidad (Waldrop, 1992) que constituye un campo de disputa epistemológico y metodológico acerca de cómo pensar e investigar la complejidad organizacional del mundo físico, biológico y antropo-social. (Rodríguez Zoya, 2018).

Las sociedades contemporáneas se enfrentan a múltiples problemas complejos de orden ecológico (degradación de la biósfera y cambio climático), económico (regulación de los mercados financieros), social (pobreza, hambre, desigualdad) y político (violencia, terrorismo, violación de los derechos humanos), entre otros. Transformar los problemas complejos en situaciones más deseables plantea a la humanidad tres grandes desafíos.

Primero, construir un conocimiento más pertinente de los problemas complejos (desafío epistémico). Segundo, desarrollar acciones estratégicas, de carácter colectivo y democrático, para transformar el estado actual de un problema complejo en un futuro mejor (desafío ético-político). Tercero, pensar cómo pensamos la complejidad de los problemas fundamentales de la humanidad, del conocimiento que construimos y de las decisiones y estrategias de acción e intervención sobre la realidad (desafío metacognitivo y reflexivo). P. 151 1984).

La estrategia argumentativa está organizada en tres momentos. En primer lugar, se problematiza la complejidad del proceso de pensamiento como objeto de estudio y como método de conocimiento. En segundo lugar,se propone y elabora la categoría de problemas complejos. Se pone en evidencia la necesidad de articular métodos de objetivación y métodos reflexivos en la investigación empírica de tales problemas. Finalmente, se presenta un modelo epistemológico para la investigación empírica de los sistemas de pensamiento. Este modelo es ilustrado empíricamente a través de una aplicación al dominio de las ciencias de la complejidad y la simulación social. Con está larga cita de Rodríguez Zoya, afirmamos junto a él que es “una estructura es historia organizada” (Rodríguez Zoya, 2013, p. 84).

Pero también no sólo es cuestión de una estructura en el sentido tradicional de Levy-Strauss, pues si bien a través de los “Tristes trópicos” (en el ambiente de la selva brasileña), podríamos decir que es sorprendente la cantidad de elementos que rompen la visón “organizada y estática” con la cual consideramos que se debe asimilar al mundo, de ahí el criterio de ruptura con la verdad, para pasar a la Transverdad, la cual supera a la mera posverdad, tan manipulada en lo político, pero también usada por lo marginal de la ciencia, para desde ella emitir juicios y prejuicios que permiten vivir en medio de una mentira organizada, creando rupturas con el tradicional sentido estructural de la sociedad moderna, pero que es replicada en la posmoderna desde propuestas simplemente neo dogmatizadas.

Ahora bien, volvemos a la pregunta central que puede tener su base en la postura a favor o en contra de Descartes, pues el método, como pasar a través de (en mi percepción etimológica), vive una bonita tensión en la obra de Morin, pues llegamos a una discusión entre la distinción entre el pensamiento como objeto de conocimiento y como método de conocimiento.

Ya en este segundo lenguajear, podemos dar un salto a la dimensión de los sujetos “ignotariados” (Vide in: Villacorta y Soliz, Bruma y mimesis), es decir personas concretas que son ignoradas por la historia y la histeria en una tensión aparente de la sociedad occidental entre la inclusión y la exclusión del tercero, peor que en el fondo no es más que la “notorización” de aquellos que se pueden convertir en la bandera de mis propuestas que auto justifican la mediación y manipulación del más débil, para nuestro caso puede ser el indígena, el originario, …

En nuestro texto, acá queremos referirnos al estudiante, al docente y a todos aquellos que saben mimetizar su presencia desde posturas no esperadas ni racionalizadas, en este sentido aparece que el ignotariado que es manipulado por las distintas instancias, muchas veces en esas mimesis cotidianas consigue cuestionar y exigir de manera indirecta, pero también reaparece de manera no pensada la nueva versión de la malinche y el ladino, esto en una tensión de subsistencia y acomodación.

Desde esa perspectiva, aparece una nueva postura, manifestada en tiempos de pandemia, la cual nos ayuda a entender que los criterios de verdad, de sociedad y de humanidad, lastimosamente no estaban pensadas para una vuelta a la cueva, pues nos olvidamos de nuestras raíces evolutivas, para convertirlas en involutivas, es decir que el aprender a vivir desde casa mostró que los criterios con los cuales veíamos la vida y vemos lo cotidiano, estaban muy lejos de una praxis de lo cotidiano.

El vivir en medio de la cueva, es cierto para muchos con los “recursos” aparentemente adecuados, se convirtió en un nuevo espacio de un querer darse a conocer  aprender a conocer al otro que estaba en casa o mucho más cuando salíamos a la calle a comprender que vivíamos la sociedad del miedo y de la inseguridad, no por la violencia de la calle, sino por no saber donde se encuentra el enemigo potencial al cual me enfrento.

Es así que la propuesta del individuo-especie-sociedad de Morín, cae en una nueva propuesta de inseguridad, la cual muestra que la incerteza es uno de los fenómenos más interesantes en a construcción del miedo y la justificación poco justificada. Desde esa propuesta los modelos educativos posibilitan el uso de la llamada tecnología como la salvación ante la poca disponibilidad de innovación y creatividad, para pasar a la sociedad de la replicabilidad educativa entre la jaula educativa de los tiempos modernos y la jaula de la cueva edificada en la selva de cemento.

Ya para concretizar este nuevo modelo, podemos entender, que la sociedad del dinero electrónico, o de la tarjeta de crédito dio un salto enorme a la sociedad Delivery, es decir el espacio donde todo te traen a casa, esto en tanto y en cuanto no eres parte de la sociedad descartable, es decir, que cuentas “con la suficiente cantidad de fondos” como para poder ser parte de la sociedad del consumo.

Volviendo a lo educativo, se re-plantea el modelo educativo, todavía no tenemos respuestas, quedan muchas cosas bonitas por hacer, debemos aprender a vivir con un virus que dicen que tendrá su segunda ola, algo parecido a o que nos plantea Toffler, la tercer hola, pero en otra versión, pues ya no se trata de quienes quedan o van, sino el como superar los miedos y temores a la relación: auto-hetero y co participación de una “sociedad donde quepan todos” o mejor dicho, de una sociedad donde quepa un virus que vino para quedarse.

El problema de si el norte fuera el sur, vuelve a plantearse, pero el problema de fondo, no es el norte o el sur, es de los que quedamos en tiempos de pandemia, estamos aprendiendo que el regreso a la cueva de la cual emergió el homo sapiens, nos está costando mucho y parece que nos resistimos a entender que ese fenómeno vino para quedarse y probablemente cuestione los sistemas de explotación y domesticación para los cuales estamos acostumbrados de ahí que nos es difícil superar las fórmulas recibidas.

Hay una nueva mirada, un proceso desde la educación, la familia y el individuo, que probablemente puede tener algún asidero en la complejidad, pero que corre en estos momentos el riesgo de la nueva domesticación por parte de los profetas del sistema y de los intelectuales orgánicos al servicio del poder aparentemente visibilizado.

Intentemos en medio de la bruma, descubrir nuestra capacidad mimética de adaptación e innovación, hay tatas formas, que pasan desde un asumir que somos de los ignotariados, pero eso mismo nos permite tener coherencia de rebeldía ante los sistemas de opresión, llaméense posturas ideo-políticas de distintas instancias, o posturas críticas de rebeldía ante la mentira organizada en tiempos de pandemia.

Nos queda asumir que debemos aprender a vivir en lo incierto, en la inseguridad (siempre lo habíamos hecho) pero nos negamos a entender que eso podía ser de esa manera, por lo que se fue hundiendo nuestro barquito de papel y necesitamos construir las nuevas barcas de Noe, pero eso si, que no sean idiotizadas ni idealizadas desde una mentira organizada, pero por suerte, seguimos aprendiendo a mimetizarnos cuando somos ignotariados

De modo tal que el problema hoy es complejo no complicado y entrelaza tres tiempos: pasado, presente y futuro; tres espacios el de abajo, el de la tierra y el de encima; tres modos de presencia visibles, invisibles e invisibilizados, en na aplicación de las agendas ocultas, o en términos de Currículo, el currículo oculto, nos permite la posibilidad de cuestionar y entrar en el vuelo de la mariposa, para comprender que estamos enfrentados cotidianamente a la ruptura cotidiana con la sociedad del contentamiento.

La complejidad por lo tanto, no es la respuesta, es la palabra generadora, que junto a la transdisciplinariedad permite poner algunos hitos en medio de la bruma, para mediatizar positiva y propositivamente las mimesis cotidianas, ya sea como saltimbanquis o simplemente como expresión zoomórfica de convivencia y subsistencia.

Bibliografía

Han, B.-C. (2012). La sociedad del cansancio. (A. S. Arregui, Trad.) Barcelona, España: Herder.

Chomsky, N. (2014). La (des)educación (Vol. III Edción). (D. Macedo, Ed., & G. G. Djembe, Trad.) Barceloa, España: Astral.

Castells, M. (2012). Redes de indignación y esperanza los movimientos sociales en la era del internet. (M. Hernandez Diaz, Trad.) Madrid, España: Alianza Editorial.

Fukuyama, F. (1992). EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ÚLTIMO HOMBRE (1ª ed., 1ª reimpresión ed.). Bogotá, Colombia: Planeta.

Forte, M. A. (2014). La sociedad del cansancio. (C. d. UBA, Ed.) Entrevistas y Perspectivas(4), 275-280.

Löwy, M. (1999). Guerra de Dioses. Religión y Política en América Latina. México, D.F., México: Siglo XXI Editores.

Dostoiewski, F. (s.f.). Crimen y Castigo. Recuperado el 09 de Noviembre de 2017, de http://www.formarse.com.ar/libros/Libros-recomendados-pdf/Crimen%20y%20castigo-Fiódor%20Dostoievski.pdf

Marina, J. A. (2000). Crónicas de Ultramodernidad. Barcelona, España: Anagrama.

Rodriguez Zoya, L. G. (2016). La emergencia de los enfoques de la complejidad en Am´rica Latina: Desafíos, contribuciones y compromisos para abrdar problemas complejos del siglo XXI. Buenos Aires, Argentina: Comunidad Editora Latinoamericana.

Luengo Gonzales, E. (2018). Las vertientes de la complejidad. Guadalajara: ITESO.

Lyotard, J. (2000). La Condición Posmoderna. España: CATEDRA.

Luengo, N. A., & Martínez Álvarez, F. F. (2018). La Educación Transdisciplinaria. (L. G. Rodríguez Zoya, Ed.) (Comunidad). Buenos Aires/ Argentina.

 Morin, E. (2003). Meus demônios. Rio de Janeiro: Bertrand, Brazil.

Morin, E., Prigogine, I., & Alt, E. (1998). A sociedade en busca de valores para fugir à alternativa entre o cepticismo e o dogmatismo. Lisboa: Instituto Piaget.

Morin, E. (1989). O método II A vida da vida. (P. E. -América, Ed.) (2a). Portugal: biblioteca Universitaria.

Morin, E. (2006). El mundo moderno y la cuestión judía. Buenos aires, Argentina: Nueva Visión.

Morín, E. (1975). O Enigma do homem, para uma nova antropologia. (ZAHAR, Ed.). Rio de Janeiro.

Morin, E. (2002). La cabeza bien puesta Repensar la reforma reformar el pensamiento, bases para una reforma educactiva. (N. Visión, Ed.). Buenos aires, Argentina.

Morin, E. (1997). O Método 1 A natureza da natureza. (F. Lyon de Castro, Ed.) (Publicaçõe). Portugal: Éditions du Seuil, 1977.

Morin, E. (1998). O método 4 As idéias habitat, vida, costumes, organização (Sulina). Porto Alegre, Brazil.

Villacorta Guzmán, J. R. et alt. (2020). Educación , Complejidad y Pandemia : Análisis Multidimensional (Escuela Mi). Bolivia/España.

Placerocidad en la educación: buscando el "lapis" con corporeidad y belleza – Juan Richar Villacorta Guzmán – Google Libros. (n.d.). Retrieved September 10, 2019, from https://books.google.com.bo/books/about/Placerocidad_en_la_educación.html?id=LoUIngEACAAJ&redir_esc=y

Ramirez, M. y V. (2018). Q`epiris del conocimiento, Reflexiones Universitarias en el arte de educar Vol. 2 (Imprenta R). Sucre-Bolivia.

Ramirez, I., Pérez de la Cruz, S., Maldonado, C., & Villacorta Guzmán, J. R. (2017). Infancias… Miradas e intervenciones (umrpsfxch7 ed.). Sucre-Bolivia.

Soliz Gemio, J. A., Robles Rodríguez, R. C., Villacorta Guzmán, J. R., & Vaca Cuellar, L. A. (2017). Aproximaciones complejas en sociedades carentes (Posgrado e). Cochabamba.

Ramirez, M. y V. (n.d.). ivonne abril.pdf.


[1] emeth: verdad, verdadera, verdadero, estabilidad, certeza, integridad.

Palabra Original: אֱמֶת

Parte del Discurso: sustantivo femenino; adverbio

Transliteración: emeth

Ortografía Fonética: (eh’-meth) Definición: verdad, verdadera, verdadero, estabilidad, certeza, integridad.
RVR 1909 Número de Palabras: verdad (106), verdadera (5), verdadero (4), verdaderas (2), fidelidad (1), firme (1), firmes (1), razones (1), rectamente (1), veras (1). (Dato curioso bíblico

[2] Algunos la presentan como: verdad sutin (quechua) y chikka (aymara)

[3] El autor de la obra la Sociedad del cansancio opta por llamar “sociedad tardo moderna” por coherencia personal, se opta por manejar “Sociedad Ultramoderna” sustentados en Marina.

[4] Combinación entre adultos y adolescentes, característica de la sociedad posmoderna.