La interculturalidad en el sector de viajes y ocio ecuatoriano y su participación en el Pacto Global
Avilés León Byron Eduardo, Vásquez Galeas Rafael Mateo, González Bueno Edgar Ricardo
Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE
beaviles@espe.edu.ec
Resumen
La influencia fundamental que ejerce el Pacto Global de las Naciones Unidas en el fomento de la responsabilidad social empresarial es incuestionable, manifestándose a través de políticas y principios que instan a diversas organizaciones, especialmente en el ámbito turístico, a contribuir a un mundo sostenible en consonancia con un desarrollo equilibrado en las dimensiones económica, sociocultural y ambiental. No obstante, con frecuencia se pasa por alto su impacto en la diversidad cultural. A pesar de los avances logrados, se percibe un considerable desconocimiento en los países y destinos donde la responsabilidad social ha sido ampliamente desarrollada. Este estudio aborda la cuestión de cómo las organizaciones turísticas ecuatorianas se integran en el Pacto Global, considerando factores culturales y regionales para fomentar la comprensión intercultural en el turismo. En términos metodológicos, se utilizó la exhaustiva base de datos del Pacto Global, que incluye 12,897 organizaciones con participación en 161 países. Se aplicó el modelo de análisis factorial de correspondencia múltiple en dos fases utilizando el SystemProtablepourl’Analyses de Donnés. Inicialmente, a nivel internacional, se evaluó la participación de las organizaciones por continente y sector económico. Posteriormente, se amplió al sector de viajes y ocio para comprender el comportamiento de distintos países y, finalmente, determinar la situación del sector turismo en Ecuador. Además, se examinó la adhesión de las organizaciones a nivel internacional por continente, tipo y sector, centrándose específicamente en la categoría de viajes y ocio, tanto a nivel global como en el contexto ecuatoriano.
Palabras clave
Interculturalidad, Pacto Global de las Naciones Unidas, Responsabilidad Social Empresarial, Turismo, Ecuador.
Abstract
The fundamental influence exerted by the United Nations Global Compact in promoting corporate social responsibility is unquestionable, materializing through policies and principles that urge diverse organizations, especially in the tourism sector, to contribute to a sustainable world in line with balanced development across economic, sociocultural, and environmental dimensions. However, its impact on cultural diversity is often overlooked. Despite the achieved progress, there is a notable lack of awareness in countries and destinations where social responsibility has been extensively developed. This study addresses how Ecuadorian tourism organizations integrate into the Global Compact, considering cultural and regional factors to foster intercultural understanding in tourism. Methodologically, the comprehensive database of the Global Compact was utilized, encompassing 12,897 organizations with participation in 161 countries. The multiple correspondence analysis model was applied in two phases using the SystemProtablepourl’Analyses de Donnés. Initially, at the international level, the participation of organizations by continent and economic sector was evaluated. Subsequently, it extended to the travel and leisure sector to comprehend the behavior of different countries and, ultimately, determine the situation of the tourism sector in Ecuador. Additionally, the adherence of organizations at the international level was examined by continent, type, and sector, focusing specifically on the travel and leisure category, both globally and in the Ecuadorian context.
Keywords
Interculturality, United Nations Global Compact, corporate social responsibility, tourism, Ecuador.
La responsabilidad social empresarial (RSE) es una corriente global que ha aportado al desarrollo sostenible desde los años cincuenta, influenciando en la forma de trabajo de los negocios y sus relaciones con el entorno. Esto obliga a las organizaciones la adopción de un referente teórico que les permita guiar sus acciones y actividades; así como, asumir una política organizacional de preparación continua para enfrentar los problemas presentes en su implementación. Por ello, aquellos negocios que consumaron esta iniciativa de naturaleza responsable y sostenible la integraron como parte de su filosofía empresarial, articulando una serie de normas, procesos y actividades que viabilicen su proceder (García y Rodríguez, 2012).
Cabe recalcar que, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través del Pacto Global (PG) promueve y motiva a nivel internacional la adopción de una política basada en la RSE en las diferentes organizaciones, sin importar su sector productivo en la cual se desenvuelven. Esta iniciativa fue promovida por Kofi Annan (1999), el entonces secretario general de este organismo, en el Foro Económico Mundial llevado a cabo en Suiza, conocido también como Foro de Davos. Ahí, se reunieron intelectuales, figuras prominentes de diversos campos del conocimiento, líderes políticos y empresariales, para discutir y analizar los diferentes problemas y situaciones que enfrenta el mundo y presentar propuestas que beneficien al planeta de manera global (Pacto Mundial, 2016).
En este contexto, a través de la iniciativa del PG, las Naciones Unidas estimulan a las diferentes organizaciones a asumir de una manera racional e intencionada el reto de ajustar su filosofía estratégica y sus procesos en la consecución de los diez principios fundamentales agrupados en cuatro núcleos temáticos: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anticorrupción. Las empresas y negocios al formar parte de una iniciativa de esta naturaleza y envergadura, busca beneficios de su integración como la formación de alianzas estratégicas, capacitación y formación continua, compartir experiencias, liderazgo y reconocimiento en el mercado, entre otras (Pacto Global, 2017).
El principio número 8 se ha identificado con esta investigación por alinearse hacia el desarrollo de actividades relacionadas a la protección ambiental, al consumo de bienes y servicios de manera responsable y a la RSE. Así, aquellas organizaciones que demuestren su responsabilidad medio ambiental y que modifiquen sus métodos y prácticas laborales de trabajo por unos más responsables, serán consideradas como sostenibles, gozarán de los beneficios directos e indirectos de una conciencia ecológica y con resultados positivos en su posicionamiento en el mercado (Pacto Mundial de las Naciones Unidas, 2015).
El PG registra una participación total de entidades que evoluciona constantemente, ya que pasó de 9.278 organizaciones activas de un total de 21.945 en el año 2016 a 10.701 con estatus de activo de 12897 empresas socialmente responsables registradas para el año 2018 (United Nations Global Compact, 2016). En general, se muestra una reducción del 41,23% de las organizaciones que se encontraban adscritas al PG en el término de los dos años; mientras que, al analizar exclusivamente las empresas e instituciones que se encontraban activas, se experimentó un incremento del 15,33% en ese período de tiempo, que trabajan con principios de justicia, inclusión, respeto y honestidad.
Para el caso ecuatoriano la tendencia es contraria, ya que para el año 2016 se encontraban activas 49 organizaciones de un total de 90 registradas en el PG, mientras que al 2018 se encontraban adscritas 146 entidades, siendo 132 las activas (Avilés, 2017). En este contexto, se denota un incremento del 62,22% de entidades que trabajan con principios de RSE; y de ellas, las que se encuentran en estatus de activas experimentaron un crecimiento del 169,39%, lo que refleja el interés creciente en su implementación.
Con estos antecedentes, el presente trabajo considera el paradigma teórico de la sostenibilidad, que integra a la RSE como un proceso integral que aborda los factores socioculturales, económicos, y medioambientales, articulada desde el nivel directivo, con el fin de consolidar una filosofía organizacional que trabaje en pos de su cumplimiento. Además, en la actualidad se identifican problemas fundamentales que afectan a toda la sociedad y a la naturaleza, ocasionado por el uso indiscriminado de los recursos naturales, con graves repercusiones en los diferentes ecosistemas y en los diferentes conglomerados humanos, por las relaciones e interacciones existentes entre sus partes (Antequera, 2012)
Asimismo, esta conciencia responsable debe ser traducida en acciones claras por parte de las organizaciones en el camino de la implementación de la RSE, las cuales serán ampliamente difundidas entre los diferentes grupos y partes interesadas. En este contexto, las dimensiones más representativas son las que hacen referencia al aspecto ecológico y las repercusiones sobre el medio ambiente de los productos/servicios de las empresas, sus procesos y políticas de prevención y las acciones y efectos de las operaciones que ejecutan; así como, se determina las prácticas e intervenciones en el corto, mediano y largo plazo, con el fin de garantizar la herencia ecológica para las futuras generaciones.
Por otra parte, la interculturalidad juega un papel fundamental en el sector turístico y de ocio del Ecuador por sus características naturales y su legado cultural. Dada la diversidad étnica del país, es esencial la incorporación de prácticas interculturales en la industria del turismo para que el sector sea más inclusivo. Esto no es sólo para promover la identidad ecuatoriana, sino también para respetar y comprender la cultura entre los turistas extranjeros. La interculturalidad en el turismo no sólo enriquece la experiencia turística, sino que también promueve la igualdad y el entendimiento entre las comunidades locales y los visitantes, que oriente al país a un camino más sostenible y enriquecedor para todos los involucrados (Tubay, 2019, págs. 4-5).
Otro elemento a considerar es la participación del sector turístico y de ocio de Ecuador en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas que a su vez ha influido en la promoción intercultural. A medida que las organizaciones turísticas se comprometen con los principios de responsabilidad social empresarial, se vuelven más conscientes de la importancia del respeto y la promoción de las prácticas culturales locales. Esta participación permite el diseño de programas de turismo comunitario que fomenten la cooperación intercultural y el intercambio de conocimientos entre turistas y las comunidades participantes. Estos esfuerzos contribuyen al mantenimiento de la diversidad cultural y la creación de experiencias turísticas más enriquecedoras y legítimas, que contribuyan al incremento de la interculturalidad en el sector turístico de Ecuador (Pomaina, 2017, págs. 73-74).
En temas asociados con el desarrollo sostenible y a la RSE, los trabajos en Latinoamérica han sido limitados, siendo países como Brasil, México y Chile los que más han trabajado en esta temática, seguido por Argentina y Uruguay (Alonso, Marimon y Llach, 2015). Ecuador no es la excepción, se ha observado que las prácticas de respeto al ambiente por parte de las empresas y organizaciones y la optimización de recursos no han sido adecuadamente registradas. Existe una carencia de estudios rigurosos sobre las actividades desarrolladas con fundamentos de responsabilidad social y sobre los aportes que las empresas obtienen por su comportamiento responsable (Cajiga, S.F.).
Por ello, este trabajo aborda la problemática de ¿cómo se encuentran la participación organizacional en el PG a nivel internacional y qué grado de participación tienen las organizaciones ecuatorianas vinculadas a la actividad turística? Además, se respalda desde la perspectiva de la RSE, la que supone la adhesión de las organizaciones a los esfuerzos internacionales por conseguir los objetivos planteados por el PG. Asimismo, se considera que aquellas entidades que consideran este precepto trabajan mancomunadamente en el desarrollo sostenible y en la práctica de la RSE, contribuyendo al crecimiento del sector turístico (Reinert y Barbosa, 2015).
Por lo que, se establece como objetivo general el identificar la participación de las organizaciones que consideren la interculturalidad asociadas al sector turístico en el PG a nivel internacional, con la finalidad de identificar las zonas geográficas en las que más se ha desarrollado la RSE. Los objetivos específicos son: establecer las características de las organizaciones de acuerdo con las categorías manejadas por el PG por continente; y, determinar el aporte del sector turismo a las prácticas de responsabilidad social en Ecuador. El trabajo aborda el tratamiento de las organizaciones adheridas al PG, su identificación, caracterización por zonas geográficas y el estado de Ecuador frente a la RSE.
Método y metodología
El abordaje metodológico para la realización del presente trabajo es de naturaleza transversal, con enfoque cualitativo, cuyo alcance es de carácter explicativo del fenómeno estudiado. Para ello, se utilizaron fuentes secundarias como es la base de datos de participantes del PG de la ONU a marzo del 2018 con todas sus categorías. Para el tratamiento de la información se empleó la herramienta estadística System Protable pour l’Analyses de Donnés (SPAD) mediante el uso del análisis factorial de correspondencia múltiple a nivel internacional. Se identificaron ocho variables entre activas y suplementarias para el análisis a saber: continente, país, estatus, tipo de empresa, sector al que pertenecen, número de organizaciones, tiempo promedio de adhesión en días y años. De esta manera, se determinó la participación de las organizaciones en el PG a nivel internacional con un total de 12.897 organizaciones. Posteriormente, se tomaron únicamente los datos del sector de viajes y ocio con 313 casos y se determinó su contribución al desarrollo de la RSE, identificando el grado de adhesión de las organizaciones ecuatorianas al PG.
Resultados
Por un mundo sostenible
La destrucción del medio ambiente no es un asunto nuevo, aparece desde la era industrial y sus repercusiones se agudizan aproximadamente desde la década de los setenta. Esto resulta principalmente del uso indiscriminado de los recursos naturales, sin que exista un régimen jurídico y normativo que controle su explotación, producción y consumo; además, por el consumo ineficaz de los bienes y servicios demandados por las organizaciones y por las políticas empresariales que han priorizado los resultados económicos a los de índole social o ambiental. Por ello, los gobiernos del mundo han asumido el desafío de luchar por un mundo sostenible y un futuro mejor (Trejo, 2017).
Uno de los documentos fundantes del paradigma del desarrollo sostenible fue el Informe Brundtland (1987), que condujo a la ONU a promover el consumo racional y equilibrado de los recursos naturales y que propendan a su aprovechamiento igualitario y racional, con miras de lograr la satisfacción de necesidades actuales y futuras de la población. Asimismo, exhorta a las naciones al establecimiento de políticas públicas que promueva un consumo consciente de los recursos, basado en la capacidad de renovación y los impactos ambientales de su gestión (Keeble, 1988).
Actualmente, todo emprendedor debe considerar no solo la rentabilidad, sino también el aspecto sociocultural y ambiental de su gestión en beneficio de las partes interesadas, sustentado en la RSE. Por ello, es necesario comprender el grado de la adhesión al PG y su aporte al desarrollo de la RSE en un contexto mundial hasta llegar a la comprensión del hecho para el caso ecuatoriano. Conscientes que deben introducirse los lineamientos estratégicos de RSE en las organizaciones, buscando un equilibrio tripartito entre igualdad social, sostenibilidad medioambiental y un crecimiento económico-financiero que le permita a las empresas proyectarse en el tiempo (Cordera, 2017).
La iniciativa del PG
El punto de partida para que cualquier organización trabaje bajo los términos de la RSE y pueda a la postre adherirse a la iniciativa del PG, es que las máximas autoridades la asuman como parte de la filosofía organizacional de las diferentes organizaciones. Esta decisión debe ser considerada como parte fundamental de los negocios que guía a cada uno de sus miembros en las decisiones tomadas, donde prevalezca la sostenibilidad en cada uno de los procesos organizacionales. Complementariamente, la estructura de la empresa debe ajustarse a estas nuevas exigencias, siendo precisamente los líderes quienes influyen significativamente en el modo de actuar de las organizaciones, desarrollando una cultura empresarial que la potencialice (Polanco, Ramírez y Orozco, 2016).
Por ello, una entidad decida la adopción de la RSE debe por ende buscar la transparencia en sus acciones de manera que contribuya de manera importante a los principios promulgados por la ONU y el PG. Para cumplir con estos principios, resulta necesario el trabajo mancomunado de la ONU, el Banco Mundial y los países que promuevan el trabajo intersectorial y la adhesión de las diferentes organizaciones a esta iniciativa. Paradójicamente, los aspectos más complejos de desarrollar en las diferentes organizaciones resultan ser los de índole sociocultural y ambiental, ya que se requiere de un análisis que correlacione el aspecto económico con las acciones asumidas por las empresas en los ámbitos ambientales y sociales (Epstein, Buhovac y Yuthas, 2015).
Lo anterior se entiende, en la medida que las organizaciones identifiquen aquellas actividades que resultan rentables, pero con la característica fundamental de control de los desperdicios de los procesos productivos y de los factores contaminantes propios de cada sector económico. Además, se deriva de este control, el ahorro significativo de recursos con repercusiones importantes en la reducción de los costos de producción con bajos impactos en el entorno. Para cumplir con estos fines, las entidades necesitan contar con indicadores de desempeño que les permita medir su evolución y los resultados alcanzados, los más conocidos y aplicados son aquellos utilizados por la parte económica; mientras que, para los aspectos social y ambiental se aplican los desarrollados en la “iniciativa de informe global” (Global Reporting Initiative) (Epstein y Buhovac, 2014).
La sostenibilidad ha sido un tema muy discutido y desarrollado en Europa y Norteamérica por más de cincuenta años, estableciéndose una amplia legislación y normativa. Para el caso de Latinoamérica, recién a principios del siglo XXI los grandes conglomerados empresariales principalmente, han incluido en su gestión principios sobre los que se sustenta la RSE; estas organizaciones estaban vinculadas al sector extractivista en la que las secuelas ambientales por sus actividades son notorias, por la destrucción de los diferentes ecosistemas y la salud humana (Durán-Encalada y Paucar-Cáceres, 2012).
Por esta razón, asumir una política de sostenibilidad compromete a las organizaciones a integrar en los objetivos empresariales, no solo resultados económicos, sino también las derivaciones sociales y medioambientales de sus acciones. Concomitantemente, los negocios deben no solo preocuparse por la generación de utilidades, sino también por su reinversión en programas y proyectos que beneficien a la comunidad en general. Esto es factible si se comprende que el actuar de manera sostenible, es reconocido en el mercado y se convierte en un factor diferenciador y en una ventaja competitiva (Stubbs, 2017).
Con todo esto, las diferentes organizaciones que tomaron la decisión de adherirse al PG asumen el compromiso de informar de manera periódica sobre la situación que atraviesa. Particular atención se hace en los ámbitos respeto al cumplimiento de los derechos humanos y las leyes y normativa de índole laboral, impacto al medioambiente de sus actividades y de sus acciones adoptadas en su lucha contra la corrupción; además, desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se consideran en estos reportes las aportaciones las acciones llevadas a cabo por las organizaciones para alcanzarlos. Con ello, se pretende considerar los beneficios de las diferentes corrientes o tendencias, así como los problemas y riesgos en su implementación, garantizando contar con un registro de los avances y progresos obtenidos en materia de RSE (Gómez, 2011)
Participantes del PG
Para analizar la participación de las organizaciones en el PG ello, se utilizó la base de datos del PG a marzo del 2018 denominada “Nuestros participantes” con 12.897 organizaciones con todas sus categorías, introduciendo además variables adicionales como el continente donde trabaja la organización y el tiempo de adhesión de cada una de ellas al PG tanto en días como en años, dando un total de ocho variables entre activas y suplementarias. Por las características resultantes, se estableció que la metodología más idónea para trabajar la información es el análisis de correspondencia múltiple.
Para comenzar, se debe identificar los ejes factoriales de análisis por lo que en la tabla 1 se observa que recién en el eje 20 se explican el 81,14 % de la inercia total. Por otra parte, se determina que cada eje absorbe en promedio un valor similar de la inercia total, dificultando su visualización. Por ello, se las representaciones fruto de este análisis se representarán en los dos primeros ejes, siendo los más importantes al descomponer la inercia y en las cuales se representan de mejor manera los datos.
Hipótesis de análisis para la representación
Ho = El punto está representado al azar; es decir, está mal representada
H1 = El punto no está representado al azar; es decir, está bien representada
En la tabla 2 se observa en las columnas 1 y 2 del test-values como la mayoría de los elementos que conforman las variables tipo de organización, sector al que pertenecen, continente y estatus se representan adecuadamente en los dos ejes seleccionados. Esto se debe a que se rechazan la hipótesis nula (Ho) y se acepta la alterna (H1), en virtud de que estos valores son superiores a los resultados que se encuentran entre el -2 y 2. Para el caso de los 161 países, al ser muy numerosos, éstos pueden representarse en cualquier de los 26 ejes dificultándose la elección de un solo eje para su comprensión.
Para ello, se requiere inicialmente identificar el peso que presenta cada uno de los tipos de organizaciones de acuerdo con la formulación de los resultados. En la tabla 3 se identifica que tipos de organizaciones con mayor peso en el universo de organizaciones que trabajan en el PG son las de tipo académico, las asociaciones comerciales, las compañías, las fundaciones, organizaciones no gubernamentales (ONG) globales, ONG locales y las Pymes, que representan los números 1, 2, 5, 7, 9, 10 y 12 respectivamente. Ubicándose el sector de viajes y ocio entre las organizaciones con mayores pesos relativos en la variable “sector”.
En la tabla 4 se puede identificar la yuxtaposición de las tablas de contingencia obtenidas para explicar la variable en relación con otras directamente asociadas. De las 12.897 de las organizaciones que participan en el PG el 40,30% son compañías, mientras que el 43,10% son Pymes, denotando la importancia fundamental que tiene la inversión privada en la búsqueda de una sociedad sostenible. Les siguen las ONG locales con 4,50% entidades, instituciones académicas y las asociaciones comerciales con 3,20% aproximadamente cada una, lo que resalta la importancia de estas entidades en la formación de una sociedad socialmente responsable.
Por otra parte, lo más representativo de este análisis es la identificación de las organizaciones con el sector de la economía al que pertenecen de acuerdo con las categorías dadas por el PG, más específicamente al Sector Turismo objeto de estudio. De las 12.897 entidades que se encuentran registradas en el PG, 313 están asociadas a este sector; además, de estos negocios, el 45% son compañías y el 55% son Pymes, lo que resalta la importancia que tiene en la generación de fuentes de empleo (Tabla 4).
Planos factoriales
Los planos bidimensionales identificados para representar el comportamiento de las organizaciones adscritas al PG permiten comprender su comportamiento. Por ello, en la figura 1 se presentan las variables categóricas activas y suplementarias usando para el efecto el primer y segundo plano factorial. En éste se observa la mayor cantidad de organizaciones adheridas al PG son compañías y Pymes relacionadas con los diferentes sectores de la economía (derecha), mientras que el resto de las entidades no buscan en su gestión rentabilidad y tienen fines sociales (lado izquierdo), como las educativas, ONG globales y locales, las diferentes asociaciones, las pertenecientes a la ciudad, etc.
Figura 1
Representación del primero y segundo plano factorial con variables categóricas activas, suplementarias y variables continuas suplementarias
Por otra parte, los continentes con mayor participación en el PG son Europa y América, seguidos de Asia y África, mientras que Oceanía es donde la suscripción es mínima. Los continentes que tienen mayor cantidad de empresas que forman parte del PG y que se encuentran activas son Europa, América, Oceanía y en menor cantidad Asia, mientras que existe una mayor cantidad de organizaciones con fines sociales en África, que en su mayoría se encuentran sin comunicación. En términos globales, el 83% de las organizaciones se encuentran activas y cumpliendo las obligaciones exigidas por el PG, mientras que el 17% se mantiene sin comunicación. Para el caso en particular del sector turismo, la mayor cantidad de ellas se encuentran activas con el 77% y el 23% se encuentran sin comunicación, manteniendo la misma tendencia en términos de distribución que la señalada para continentes en general (Figura 1).
En la Figura 2, se identifica la participación de los países en el PG y el número promedio de años de su adhesión, comprendiendo que la gran mayoría de países de América y Europa se encuentran trabajando por varios años en la búsqueda de un planeta sostenible que trabaje con principios de RSE. Asimismo, se observa que las organizaciones pertenecientes a los países emergentes son los que menos tiempo han trabajado bajo estos principios. Cabe recalcar que organizaciones de 161 países se encuentran colaborando con el PG y falta integrar a 37 naciones en la intención de crear una mancomunidad internacional sólida que trabaje bajo este esquema.
Figura 2
Representación del primero y segundo plano factorial de los países adheridos al Pacto Global
Además, por la gran cantidad de países y un considerable número de posibles ejes de representación (26 ejes), resulta complicado la obtención de una representación gráfica que identifique claramente la ubicación de cada nación respecto a sus similares, de acuerdo con sus características. Por lo que, la figura sintetiza la realidad que experimenta el mundo en sus esfuerzos de un mundo sostenible y con plena consciencia de responsabilidad social.
Finalmente, en pleno siglo XXI las diferentes actividades empresariales han experimentado cambios importantes, conjugando su intención de generar rentabilidad para sus accionistas con un comportamiento responsable. Además, han integrado en las organizaciones una política basada en la RSE con particularidades propias de los diferentes sectores a las que pertenece. Este proceso de mejoramiento continuo pretende desarrollar sólidos vínculos entre los grupos de interés con profundos impactos en la sociedad, como base de un desarrollo sostenible de los pueblos y un manejo responsable de sus recursos (Vallaeys, De la Cruz y Sasia, 2009).
El sector de viajes y ocio en el PG
Para analizar el sector de viajes y ocio se extrajeron los datos de la base total del PG, identificando 313 organizaciones que trabajan con base en principios de RSE. De igual manera que el análisis global, se practicó un análisis de correspondencia múltiple para el establecimiento de la situación del sector en relación con el avance de la RSE. Por ello en la tabla 5, se identifican cinco ejes factoriales, los dos primeros absorben el 45,68% de la inercia total y recién con el cuarto se cubre el 85,30% de la inercia global. Por lo que, se emplearán los dos primeros ejes en la representación de los datos del sector.
De igual manera, como se procedió en el caso general, la tabla 6 determina en las columnas 1 y 2 del componente test-values que la mayor cantidad de elementos que conforman las variables están bien representados en los dos ejes. Esto se justifica, ya que se aceptó la hipótesis alterna (H1) y se rechazó la nula (H0), porque sus valores son superiores a los resultados que se encuentran entre el -2 y 2. Además, de los 62 países que tienen organizaciones que trabajan en el sector de viajes y ocio, éstos pueden representarse en cualquier de los 5 ejes de manera indistinta.
Al analizar el comportamiento del sector de viajes y ocio se observa que las 313 empresas que la conforman representan apenas el 2,43% del total de organizaciones a nivel mundial, encontrándose en octava posición de importancia entre los diferentes sectores que trabajan en el PG (tabla 7). Asimismo, se observan que el 40,36% (126) de las organizaciones que se dedican a viajes y ocio son compañías y el 59,74% (187) son pymes. Además, 240 de las empresas se encuentran activas, representando el 76,68%, mientras que 73 se encuentran si realizar ninguna comunicación (23,32%).
Por otra parte, en la tabla 8 se puede identificar que el sector mantiene la tendencia global de su participación por continentes, ya que el 44,73% de organizaciones se encuentran en Europa, el 28,12% en América, el 18,85% en Asia, el 6,39% en África y un marginal 1,92% en Oceanía que por su peso es irrelevante en el análisis.
Como se observa en la figura 3, en Europa la mayor cantidad de organizaciones del sector viajes y ocio son compañías, en contraposición con el resto de los continentes, en los cuales el mayor número está constituido por pymes. Además, por la baja participación de Oceanía en el PG (6 entidades) todas se encuentran activas, lo que representa el más alto grado de participación en esta institución (100%). La segunda posición la tiene el continente americano con 78,41% de negocios que se encuentran activas. Contrariamente a lo esperado, Europa se encuentra en penúltima posición con relación a la información permanente (75%), sólo por encima de África que tiene el 70%.
Figura 3
Representación de las variables categóricas activas, suplementarias y variables continuas suplementarias del sector de viajes y ocio
En la Figura 4, se advierte la participación de los países en el PG en el sector de viajes y ocio y el número promedio de años de su adhesión, manteniendo la tendencia internacional; es decir, en promedio las organizaciones mantienen un promedio de adhesión de 4,4 años, siendo los países europeos los que más años han trabajado con una media de 4,84 años, seguido de las organizaciones africanas con un promedio de 4,64 años, muy cercanas a las asiáticas con 4,54 años en promedio. Los negocios con menor participación en el PG son las ubicadas en América con 4,63 años y en Oceanía con 3,48 años como media. Sin embargo, vale la pena recalcar que el 31,31% de los países del mundo registran organizaciones que trabajan en este sector.
Figura 4
Representación de los países adheridos al Pacto Global en el sector de viajes y ocio
Por último, e igual que a nivel internacional, por la cantidad de ejes identificados la ubicación de todos los países en el gráfico es sumamente complejo y el resultado es simplemente una aproximación. Éste intenta plasmar la contribución de las diferentes naciones que cuentan con el sector de viajes y ocio, en su esfuerzo por aportar con la construcción de un mundo que trabaja bajo los esquemas de la RSE.
Ecuador y su contribución al PG
Finalmente, se identifica la participación de las organizaciones ecuatorianas en el PG que consideran aspectos de interculturalidad, determinando que 94 entidades (64,38%) son privadas compuestas por compañías y pymes, mientras que son públicas 52 instituciones (35,62%), provenientes del sector académico y aquellas sin fines de lucro. Dentro de las compañías y pymes, los sectores que más participan son el de servicios de apoyo con el 10,96%, los medios de comunicación y las dedicadas a los servicios financieros cada una con el 6,16%. A éstas les siguen aquellas con bienes y/o servicios diversificados, los bancos, los materiales de construcción, los productores de alimentos y el de viajes y ocio con el 5,48%, 4,79%, 4,11%, 4,11% y 3,42% respectivamente (figura 5).
Figura 5
Participación de Ecuador en el Pacto Global
Pero es el sector de viajes y ocio el que llama la atención, ya que se identifican apenas cinco empresas relacionadas con el turismo, de las cuales cuatro de ellas consideran en su gestión la interculturalidad. Asimismo, cuatro de ellas se encuentran activas y con actividades muy variadas, una es una agencia de viajes, una empresa de transporte, una operadora y un hotel; mientras que sin comunicación es precisamente un hotel. Este reducido número de participantes denota una baja contribución del sector en trabajar bajo los postulados de sostenibilidad y de RSE, así como la limitada conciencia de las relaciones interculturales en su gestión
Discusión
El PG de la ONU constituye la organización a nivel mundial más importante que trabaja y fomenta la adopción de la RSE basado en diez principios fundamentales. Ésta registra los avances que experimentan los diferentes países y regiones en sus esfuerzos por conseguir un mundo más sostenible, los diferentes tipos de entidades que las conforman, los sectores a los que pertenecen, su estatus, entre los datos más significativos. Esta información permite la identificación de las zonas geográficas donde más se ha instaurado la RSE y los problemas experimentados en su adopción, a efectos de retroalimentar a los demás y fomentar un trabajo mancomunado.
La base de datos que mantiene el PG sobre las organizaciones que la conforman no es estática y se actualiza permanentemente, variando de un día a otro su contenido, principalmente su número y su estatus referente a la información proporcionada. Por ello, este trabajo representa una visión transversal única que permite la comprensión de la situación real de la RSE asumida por las organizaciones, cuyo nivel de significancia y compromiso es asumido por más y más negocios e instituciones a nivel global.
Los continentes en donde más se ha desarrollado la RSE son Europa y América, con un 73,13% de participantes en el PG, mientras que el 26,87% restante se encuentra distribuido entre Asia, África y Oceanía. Este panorama d denota que aún falta mucho camino por recorrer en los esfuerzos de la ONU por un mundo más equitativo y justo, que respete los derechos humanos de los individuos que la conforman, el cumplimiento de parámetros laborales idóneos socialmente aceptados, con plena conciencia de protección al medio ambiente y luchando permanentemente contra la corrupción.
La participación de Ecuador en el PG es marginal, ya que apenas representa el 1,13% del total de organizaciones que la conforman (146), lo que determina el reto que tiene el país que recién está abordando los principios de la ONU. En el sector turismo donde se fomenta la interculturalidad en la gestión la situación es más difícil, ya que apenas cinco establecimientos forman parte del PG (3,42%) y solamente dos pertenecen al sector de alojamiento (1,37%), reduciéndose al 0,68% si se considera la participación activa del total de las empresas, ya que de 49 organizaciones activas en el PG registradas en el año 2016, pasaron a 132 empresas en el 2018. No obstante, estos avances son aún muy lentos, por lo que se deben buscar mecanismos que motiven a los inversionistas, administradores, gerentes y/o propietarios de las organizaciones a asumir el desafío de su implementación.
Por ello, se establece la necesidad de realizar estudios longitudinales sobre la participación de las organizaciones en el PG, que determinen claramente la evolución experimentada por cada zona geográfica, para establecer políticas específicas sobre una gestión responsable y sostenible. Asimismo, se deberían realizar estudios sectoriales, para determinar las características de las organizaciones suscritas al PG y las dificultades que atraviesan en sus esfuerzos de permanecer con estatus activo. El PG entiende que las organizaciones deben consolidarse en su gestión, orientando sus esfuerzos al mejoramiento de la calidad de vida de sus trabajadores, las comunidades y el planeta.
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