Contenido: Revisión de literatura
Título: Fundamentos de la salud y medicina ancestral
Autor /a / es: Quintana Saldarriaga, Ylenia,; Quintana Saldarriaga, Gabriela, Quintana Ortiz, Karim
Afiliación: Municipio del Distrito Metropolitano de Quito
yquintana@hotmail.com
Resumen
En un proceso religatorio del conocimiento emprendido desde conceptualizaciones complejas, el estudio abordó los fundamentos que sirven de piedra angular para un entendimiento de la salud desde la medicina ancestral, la metodología de tipo descriptiva enlaza las comprensiones de la ancestralidad como cordón generador de discusiones integradoras que elucidan la visión de la salud y enfermedad desde lo occidental y lo ancestral, los resultados conducen a entender que el Hanpi se convierte en el eslabón exploratorio de salud y enfermedad en la ancestralidad, mientras que en el occidentalismo la patología física-química-biológica determina la salud y enfermedad, la conclusión que se deriva de la investigación establece las dialogias occidental-ancestral y la complementariedad de las formas de ver el tema de la salud.
Palabras clave
Medicina ancestral
Abstract
In a religious process of knowledge undertaken from complex conceptualizations, the study addressed the fundamentals that serve as a cornerstone for an understanding of health from ancestral medicine, the descriptive type methodology links the understandings of ancestrality as a cord generator of integrative discussions that elucidate the vision of health and disease from the western and the ancestral, the results lead to understand that the Hanpi becomes the exploratory link of health and disease in ancestrality, while in Westernism the physical pathology -chemistry-biological determines health and disease, the conclusion derived from the research establishes the western-ancestral dialogues and the complementarity of the ways of looking at the topic of health.
Keywords
La búsqueda de nuevas formas de bienestar y armonía con la existencia, conducen a la sociedad actual a la exploración de mecanismos que le permita mejorar sus condiciones de vida y de salud, frente a esto se han ido aceptando en la cotidianidad, conceptos asociados a las llamadas seudociencias como el misticismo, la simbología, la magia, el rito, la cultura… como senderos antagónicos a la ciencia occidental que han logrado impulsar nuevas formas de conocimiento. Históricamente el conocer científico se ha alimentado y engullido de diversas formas de pensamiento y conocimiento antiguo, en donde el pensamiento ateniense ha tenido una histórica influencia sobre todo en la Europa Renacentista, pretendiendo desconocer aquello que no considera la prueba-experimento como forma científica del conocer, en este sentido es loable rescatar sea como forma científica o arcaica el discernimiento desarrollado por pueblos ancestrales que milenariamente han permitido la existencia de sus descendientes, dentro de una lógica autopoiética (Maturana, 1994, pág. 69) definieron:
Una máquina autopoiética es una máquina organizada (definida como una unidad) como una red de procesos de producción (transformación y destrucción) de componentes que: (i) a través de sus interacciones y transformaciones continuamente regeneran y realizan la red de procesos (las relaciones) que los han producido, y (ii) la constituyen (la máquina) como una unidad concreta en el espacio en el que ellos (los componentes) existen especificando el dominio topológico de su realización como tal de una red.
Es así que, los saberes andinos indescifrado o más bien incomprendido por lógicas anarquistas impuestas desde occidente ha sido minimizado desde la visión científica, esta a su vez se olvida de que se ha nutrido y sigue nutriéndose de todos aquellos pensamientos que denotan explicaciones a los fenómenos planteados en la ciencia y que nacen de antiguas formas de pensamiento del homínido (Morin, El método III, 2010, pág. 167) manifestó
Nuestros ancestros cazadores-recolectores que, en el curso de decenas de miles de años desarrollaron las técnicas de la piedra, y elaboraron después las de hueso y metal, dispusieron, y usaron, en sus estrategias de conocimiento y de acción, de un pensamiento empírico/racional/lógico y produjeron, al acumular y organizar un formidable saber botánico, zoológico, ecológico, tecnológico, una verdadera ciencia. No obstante, esos mismos arcaicos acompañaban todos sus actos técnicos de ritos, creencias, mitos, magias…
La ciencia catalogada desde sus aristas más provenientes ha sentido un cambio distintivo en los últimos años, es así que se han logrado descifrar una cantidad de incógnitas y acertijos que hasta hace poco era imposible pensar, la cuarta revolución industrial, lo nano, lo bio, la etno, lo gig, no han hecho otra cosa que aportar para el llamado desarrollo de la humanidad, sin embargo quedan lacerantes ejemplos en la sociedad incomprendidos-indescifrados- indiferentes para el saber científico, las hambrunas, las guerras, las diferencias sociales , económicas, religiosas, inaccesibilidad a la salud, educación y trabajo, son solo algunos de los ejemplo en los que la humanidad no ha logrado superar sus pírricos índices, (Morín, 2010, págs. 31-32) planteó:
Desde hace tres siglos el conocimiento científico no ha hecho más que probar sus virtudes de verificación y descubrimiento con respecto a los demás modos de conocimiento… Correlativamente es evidente que el conocimiento científico ha determinado progresos técnicos inauditos, entre ellos la domesticación de la energía nuclear y los inicios de la ingeniería genética. La ciencia es, pues elucidante… Y sin embargo, esta ciencia elucidante, conquistadora, enriquecedora, triunfante, nos plantea problemas cada vez más graves referente al conocimiento que produce, a la acción que determina, a la sociedad que transforma.
En la investigación se aborda con particularidad el tema de la medicina ancestral, transitando por el laberinto de una delgada y frágil frontera del entendimiento de los verdaderos beneficios que esta brinda a los humanos en contraposición de las interpretaciones charlatanescas, míticas, simbólicas y comerciales que se le ha dado en la actualidad, para la (Organización Mundial de la Salud, 2019)
La medicina tradicional es todo el conjunto de conocimientos, aptitudes y prácticas basados en teorías, creencias y experiencias indígenas de las diferentes culturas, sean o no explicables, usados para el mantenimiento de la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas o mentales.
De igual manera, la constitución de la república reconoce el derecho de los pueblos ancestrales a preservar y difundir los conocimientos de temas relacionados a su medicina, permitiendo además sea practicada de manera libre, pero ordenada, (Asamblea Constituyente, 2008, pág. 42)
Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus ciencias, tecnologías y saberes ancestrales; los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica y la agrobiodiversidad; sus medicinas y prácticas de medicina tradicional, con inclusión del derecho a recuperar, promover y proteger los lugares rituales y sagrados, así como plantas, animales, minerales y ecosistemas dentro de sus territorios; y el conocimiento de los recursos y propiedades de la fauna y la flora.
Esto conlleva a reconocer la valía del conocimiento ancestral y más aún el derecho de las personas a optar por procedimientos no convencionales en temas relacionados a medicina, es que no se puede excluir la visión del enfermo y la decisión de un tratamiento complementario, sin el temor de incurrir en deidades o estereotipos pasajeros comunes generalmente asociados a la moda, la (Organización Mundial de la Salud, 2014, pág. 11)
La medicina tradicional es una parte importante y con frecuencia subestimada de los servicios de salud. En algunos países, la medicina tradicional o medicina no convencional suele denominarse medicina complementaria. Históricamente, la medicina tradicional se ha utilizado para mantener la salud, y prevenir y tratar enfermedades, en particular enfermedades crónicas.
Es que a diferencia de la medicina occidental, la medicina ancestral no basa su estudio en esquemas preconcebidos de las enfermedades, sino más bien en desordenes que surgen desde la cosmogonía del universo y el equilibrio del individuo con este, las relaciones desarrolladas con los elementos cósmicos de la naturaleza, el agua, aire, fuego y tierra son la parte medular de todo lo existente en la Pachamama y al ponernos en desequilibrio con uno de estos elementos sin duda se reflejará en el estado energético corporal llamado salud, (Instituto Metropolitano de Patrimonio, 2013, pág. 11) sostuvo “Su camino es la búsqueda del equilibrio entre salud y enfermedad, entre mente y espíritu; entre las energías positivas y negativas, entre lo natural y sobrenatural”, es que más allá de la búsqueda de explicaciones sobrenaturales o místicas, en el pensamiento ancestral todo está relacionado e integrado, todo tiene vida lo animado e inanimado y cualquier alteración que en este equilibrio se produzca traerá consigo consecuencias de desequilibrio, afectando sin duda el equilibrio de salud de las especies que habitan la madre tierra, en este sentido (Morin, La vía para el futuro de ña humanidad, 2011, pág. 73) establece “Entre los pueblos denominados «primitivos» existe una riqueza inaudita de saberes y prácticas que los etnofarmacólogos están empezando a explorar. Sus chamanes o hechiceros disponen de capacidades psíquicas que nosotros no hemos sabido conservar y que no podemos comprender”.
En el mismo recorrido Morin sostiene:
Finalmente, cabe recordar que existen conocimientos médicos acertados en las sociedades más arcaicas de cazadores recolectores. Cada pueblo de la Amazonía conoce las virtudes y propiedades tóxicas de innumerables plantas. Los chamanes emplean brebajes especiales como la ayacusha, que los sumen en estados de trance en los que adquieren poderes curativos.
El método elegido por el que decurre el estudio es de tipo hologramático, al no dejar de lado las variables propuestas en el modelo de investigación, entendiendo que en el pensamiento ancestral todo esta interrelacionado y que el estado vital de la persona se encuentra íntimamente relacionado con el origen mismo del ser desde el vientre de su madre, en donde se ciernen los encuentros de los tres mundos existentes, hanaq pacha, kay pacha y uku pacha, así como el awa, kunana y uku, con los elementos pertenecientes al illa, chaupin y paka, finalmente la relación del yachay yuyaq, llamkay ruay y Munay wachay cuyo principal resultado conduce a establecer los elementos que fundamentan la medicina ancestral y su relación con la salud, sin la negación de la medicina occidental, sino más bien en una dialógia conducente a encuentros transversales que siendo diferentes permiten alcanzar acuerdos.
Materiales y Métodos
Método: Armonía de pares
Resultados
En el caminante no hay camino se hace camino al andar de los Amautas, Taitas y Mamas, se puede percibir que el conocimiento adquirido ha discurrido una largo camino gestado de manera oral desde hace seis mil años en el ejercicio de conocer las bondades y des bondades de las plantas medicinales, es que el uso de las mismas no pueden quedar al libre albedrio de los consumidores, muchas de las plantas están engullidas de factores minerales, etnofármacos y sustancias que sin un manejo adecuado podrían perjudicar la salud de quienes las usan, por lo mismo se hace necesaria una fuerte concientización social, en donde se denoten aspectos éticos , morales, integridad a toda prueba y probidad a ultranza de los llamados Chamanes en el ejercicio de esta forma alternativa de medicina, (Valverde, 1996, pág. 27) referenciando a Garza determina
Es por todos conocido el hecho de que una de las características más importantes de los chamanes mesoamericanos, junto con su capacidad de curar y provocar enfermedades, adivinar, soportar el dolor físico y realizar viajes a regiones sagradas tales como el interior de las montañas, el inframundo o el cielo, está la de transformarse en algún otro ser, ya sea éste animal o fuerza natural como un rayo (Garza, 1990:171).
Lo descrito conlleva precisamente a la determinación del uso de estos elementos de forma ética sin dejar lugar a tela de juicios del poder que se puede obtener desde la interacción de los elementos de la naturaleza, justificando así el sincronismo de las cosas y la cosmovisión de los hechos, para (Pelcastre, 1999, pág. 224) “El chamanismo es una práctica que forma parte de esta estructura de la medicina tradicional y se define como la técnica del éxtasis, pues es justamente esta experiencia la que distingue al chamán de otros terapeutas”.
Del recorrido milenario del conocimiento chamanico, del rodaje y uso de las plantas medicinales, se determinan los siguientes aspectos como la pirámide en donde se cimienta y fundamenta la medicina ancestral andina, identificados en los siguientes elementos:
HAMPI KUYU: El Movimiento Medicinal. Rikch’ariymanta Kuyu Ejercicios al despertar. Panpapi Kuyu Ejercicios en el suelo.
Makij KuyuEjercicios de manos.
Katarij Hanpi Kuyu: Movimiento Medicinal de la Serpiente. PomajHanpi Kuyu: Movimiento Medicinal del Puma.
Kunturpa Hanpi Kuyu: Movimiento Medicinal del Cóndor.
HAMPI SAMAY: La Respiración Medicinal.
Qhasipaj Samay: Respiración para Relajación.
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Qoñipaj Samay: Respiración para generar Calor. Llunp’apaj Samay: Respiración para desintoxicar.
Yakumama Sach’amamawan Samay: Respiración de las dos Serpientes Míticas.
HAMPI MIKHUY: Alimentación Medicinal. Nutrición Natural.
Productos Nutracéuticos Orgánicos Andinos.
Propiedades Medicinales. Dieta Energética Equilibrada.
Elaboración de menús variados.
HAMPI UPHIY: El Beber Medicinal.
PACHAQHAWAY: La Percepción Espacio Temporal. Yuyaymana: Sin mente se es puro Corazón.
Pachakawsay: La Meditación Andina.
Pin Kanimanta Qhasiman: Desde Quién Soy hasta la Quietud. Chakanaqhaway: Meditación con Chakana.
Wiphalaqhaway: Meditación con
Wiphala. Tokapuqhaway: Meditación con Tokapu.Ritual
QHAWAY: Despertando la Clarividencia.
Discusión
La Dirección Nacional de Salud Intercultural del Ministerio de Salud, contempla en su misión, atribuciones y responsabilidades el marco jurídico que regenta el ejercicio de la medicina ancestral en una bisoña conceptualización de intercultural, debemos entender que más allá de reconocimiento se debe elucidar que sin negar la práctica de la medicina occidental o científica, la visión desde lo ancestral es distinta y disímil, las formas de vislumbrar la enfermedad en ambos casos es muy distinta, mientras en la occidental se considera a la enfermedad como algo externo al individuo, (Flores, 2004, pág. 21) “En cuanto la enfermedad opera como un hecho científico externo al individuo, siendo su causa una bacteria, un virus, un parásito u otro elemento patógeno”. Mientras que en el pensamiento ancestral la enfermedad es un desequilibrio interno del ser con la naturaleza, (Sorú, Boris, & Duero, 2012, pág. 98) “La enfermedad es concebida como resultado de desequilibrio en los hábitos de la vida o producto de una fuerza sobrehumana que pasa a través del cuerpo y se hace colectiva”.
La integración de los conocimientos deben enfocarse desde visiones holísticas en donde las dialogias conduzcan a acuerdos divergentes, transitando por un camino de incomprensiones en busca de la comprensión, el conocimiento no es parcelado, por lo tanto no puede excluir variables de un pensamiento a otro, un conducente al entendimiento de lo expuesto es el pensamiento complejo que sin excluir al pensamiento simplificador determina interrelaciones de completud, desde sus modelos de disyunción, reducción, abstracción en el pensamiento cartesiano y, el modelo de orden-desorden-interacción-organización del pensamiento morineano, por lo tanto los tipos de asistencia en ña medicina debe ser abordad de manera holística, no excluyente.
En la medicina occidental, la enfermedad surge de un trastorno físico-biológico que altera y merma las capacidades de salud de un individuo, (Doval, 2013, pág. 85) “… la enfermedad es aquello que molesta a los hombres en el normal ejercicio de su vida y en sus ocupaciones, y sobre todo aquello que los hace sufrir”, en el pensamiento andino la enfermedad es un estado de desequilibrio del ser con los elementos de la naturaleza, (Achig, 2017, pág. 19) “En el mundo andino la “enfermedad”, “malestar” o “llaki kawsay” (31), es un desequilibrio de energía que resulta de una desarmonía entre el individuo(25)(29), la sociedad y el cosmos; o entre los tres mundos de la naturaleza”.
El Hampi como un sufijo se convierte en el elemento de interrelación entre la salud y la enfermedad, la medicina o remedio debe abordarse desde diferentes aristas que permitan el
individuo alcanzar nuevamente el equilibrio y reestablecer el bienestar del individuo, así (AULEX, 2011) “Hampi kamayuq: s. curandero; farmacéutico; boticario; médico; hampi qura: s. hierba medicinal; hampi qhatu: s. farmacia; lugar de venta de medicinas andinas; hampi qhatuq: s. “droguero, farmacista”; k’iri hampi: s. remedio para la herida; llusina hampi: s. ungüento; ungüento…”
Lista de referencias
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Maturana, H. y. (1994). De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: La organización de lo vivo. Santiago de Chile: Universitaria S.A.
Morín, E. (2010). Ciencia con conciencia. México: Multiversidad Mundo Real. Morin, E. (2010). El método III. México: Multiversidad Mundo Real.
Morin, E. (2011). La vía para el futuro de ña humanidad. México: Paídos.
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Sorú, M., Boris, L., & Duero, X. C. (2012). Creencias populares sobre la salud, la enfermedad y su tratamiento. Anuario de investigaciones de la Facultad de Psicología, 94-115.Valverde, M. (1996). Jaguar y chamán entre los mayas. Alteridades, 27-31.