Guía de investigación: Modelo transcultural planetario y desarrollo sostenible

Guía de investigación: Modelo transcultural planetario y desarrollo sostenible

Ojeda Escobar, Jorge Aníbal

Comunidades Yachachikuk

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Antecedentes

El camino trazado por la red Cultural Yuracomplexus en su libro Comunidades Yachachikux, nos lleva a plantear la necesidad de engendrar investigaciones de culturas planetarias desde aristas de trabajo alineadas al desarrollo sostenible y plantear temas de investigación a ser oficializados en capítulos de libro que complementen las comprensiones dejadas en los capítulos iniciales. Los trazos iniciales estudiados, Kawsay (el origen de la vida, las especies, la humanidad); Anya (las verdades de las sociedades humanas); Lachey (Qué hemos aprendido); Yankey (las sincronías complejas); Munay (la armonía de los pares); Pacha (La lógica planetaria), permitirán abrir la curiosidad intelectual de personas que deseen complementar nuestra propuesta. Dejamos un constructo inicial:

Comunidades Yachachikux es un modelo transcultural planetario en cuyo recorrido de enseñanza se destaca las comprensiones de “la educación para el desarrollo sostenible, los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial, la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”. Nuestra premisa: El ser humano debe interiorizar el concepto “la armonía de los sistemas adaptativos complejos ancestrales comunitarios“, para visualizar las interacciones que alimentan al desarrollo sostenible en un entorno planetario complejo. Aquí su planteamiento, (1) Sistemas: Del cosmos a las células, todo forma parte de un sistema; (2) Adaptativos: Los procesos de evolución concomitantemente engendran adaptación, así funcionan los ecosistemas, el individuo, las sociedades; (3) Complejos: Los elementos de un sistema interaccionan entre sí, en sus condiciones de encuentro se forman procesos de autoorganización; (4) Ancestrales: El devenir de lo que vemos en un aquí y ahora data de miles de millones de años, universo, planeta, vida, especies…, (5) Comunitarios: La comunidad se teje en los reinos animal, mineral, vegetal, protoctistas, móneras…, De ahí que, para armonizar al sistema habrá que equilibrar todos sus componentes (Red cultural Yuracomplexus, 2023).

Sistemas comunitarios internacionales

El aparecimiento de la teoría de sistemas nos permitió cambiar la noción del objeto al sistema, pues la ciencia occidental nos había impulsado a plantear trabajos de investigación alrededor de un constructo pensado desde la verdad de un investigador que planteaba sus variables de estudio en entornos de dependencia dejando de lado las interacciones surgidas en entornos de la realidad altamente influenciables. Los objetos de investigación, están imbuidos de linealidad, de reduccionismos, de áreas disciplinares de estudio; los sistemas, de complejidad, complementariedad y áreas que sobrepasan sus barreras de conocimiento para aterrizar en otras que aperturen su forma de conjeturarlos. La investigación acerca del estudio de los objetos tienen tinte de complicados en tanto que aquellas desarrolladas desde el enfoque de sistemas nos llevan a pensar en lo complejo. Es complicado realizar una conexión eléctrica, los planos de una casa o una tecnología refrigerante; es complejo entender el funcionamiento del sistema nervioso, de un sistema social o del sistema planetario.

Desde Descartes (1637) aprendimos que “los silogismos no pueden ser método de descubrimiento puesto que las premisas deben tener ya una conclusión” lo que inducía entonces a plantear un método de estudio que nos lleve a demostrar nuestras verdades haciendo uso de procedimientos científicos que utilizaban prioritariamente a las matemáticas como herramienta base de tal cometido. Poco a poco dicha disciplina se convirtió en una noción básica de conocimiento, apoderándose de procesos de comprensión de las ciencias que desde las aristas de investigación la utilizaron como principal mecanismo de soporte. Había comenzado entonces la investigación de los objetos, para lo cual se debería imaginar un problema de investigación, identificar una variable dependiente y someter a prueba varias independientes en un entorno descriptivo, correlacional o experimental. Si deseaba estudiar a la política, entonces deberíamos imaginar aquellas que podían influir en su gobernabilidad, aparecerían entonces variables como la ideología, la economía, la educación, el comercio, la obra pública…, todo apuntando hacia tratar de entender los arbitrios que sustenten su discurso.

El estudio de  los objetos desde la ciencia llevó a la humanidad a desarrollar múltiples descubrimientos y a la sociedad a guiar su actuar desde su confort de uso. La primera gran inflexión  fue la de pasar de la revolución agrícola a la revolución industrial. El coqueteo entre industria y ciencia obtuvo su primera expresión con el descubrimiento de la máquina a vapor a cargo de James Watt en 1763, habría que imaginarnos el cómo dicha tecnología influyó en entornos de energía y comunicación en sectores como la siderurgia, los textiles, el transporte…, y todos aquellos que mediante sus aplicaciones de uso comenzaron a visualizar una sociedad dinámica en la que se sembró las ancias de crecimiento y fortaleció el sentido de la propiedad privada engendrado en épocas de sedentarismo. La segunda revolución industrial llevó a pensadores como Eli Whitney, Alexander Graham Bell, George Stephenson, Thomas Newcomen, Robert Fulton, Henry Ford, James Hargreaves …, a poner en consideración de la sociedad inventos que engranaban sectores industriales manufatureros con industrias del transporte y la comunicación.

Sin embargo, el aparecimiento de la teoría de sistemas nos llevó a visualizar que en el mudo real existe un infinito de interacciones que deben construirse pensando en sus elementos y las condiciones de encuentro que servirán como mecanismos de procesos de estudio desde sus constreñimientos y auto – organización. Desde (Morín, 1977) comprendimos que “el universo de los sistemas emerge no solo en la base de los átomos sino también en la piedra angular cósmica” siendo ésta metáfora una figura que denota lo magnánimo de las posibles construcciones. Células, órganos, tejidos, individuos, sociedades, especies, nichos ecológicos, planeta, sistema solar, cosmos…, en su interior todo es un sistema y en su generalización habrás sistemas de sistemas, metasistemas, microsistemas y demás según el ojo de sus observadores. De ahí que en su definición Morin, nos dice que un sistema “es una interrelación de elementos que constituyen una entidad o unidad global”. Siendo así, es lógico entender algunas de las interacciones planteadas en el método complejo para su estudio: individuo – especie – sociedad; cerebro – mente – cultura; símbolo – mito – magia…, que nos llevarán a generar comprensiones del cómo analizar y plantear un sistema, pues en la interaccion de sus elementos encontramos las complementariedades necesarias para formar ideas de complejidad.

A decir de (Bertalanffy, 1989) “Si alguien se pusiera a analizar las nociones y muletillas de moda hoy por hoy, en la lista aparecería sistemas entre los primeros lugares. El concepto ha invadido todos los campos de la ciencia y penetrado en el pensamiento y habla populares y en los medios de comunicación de masas” desprendiendo de esta afirmación la idea de que los campos de conocimiento científicos deben interactuar entre ellos para considerarlos como un sistema y entonces para la formación de conocimientos pertinentes se deberá ingresar a coquetear en ambientes inter – pluri – transdisciplinares que nos empujan a pensar a la educación desde concepciones sistémicas integradoras de saberes tal cual las escuelas filosóficas de la edad antigua, en donde un pensamiento libre originaba curiosidad intelectual en diversas áreas y como los ejercicios de integración actuales en donde al ser la comunicación uno de los enclaves de las revoluciones industriales sirve como ejercicio para integrar empresas, industrias, sociedad, gobiernos y una serie de entornos que nos hicieron comprender el porqué de las bondades sistémicas.  

Complementariamente Holland (1996) impulsa el constructo Sistemas adaptativos complejos dándoles la condición a sus agentes de aprender, adaptarse e interactuar entre sí, “en un ecosistema los agentes agentes adaptativos serían los organismos”; “en un sistema político el ser humano sería el agente adaptativo”; “en un sistema inmunológico el agente adaptativo sería el anticuerpo”. Dicho esto, la condición de sistemas adaptativos debería otorgárseles a los seres vivos, independientemente de aquello que el ojo humano pueda considerar como lo vivo, pues desde la implementación de la física cuantica se comprendió que los niveles de realidad son diversos y que habría que fusionar lo clásico con lo místico, la ciencia con la realidad, oriente y occidente, en un ejercicio que denote la complementariedad de pensamientos.

Sin embargo, resulta importante abordar una pregunta que se ha esgrimido durante todo el proceso de evolución de la humanidad ¿Qué es lo vivo? y a partir de ello enlazarlo con el constructo sistemas adaptativos complejos. Para ello es, importante contextualizar las elucidaciones de Maturana & Varela (1998) cuando en su abordaje de los sistema vivientes expresan que “los sistemas vivos son máquinas autopoiéticas al transformar la materia en ellos mismos, de tal manera que su producto, es su propia organización”. Tal definición, nos lleva a diferenciar los sistemas elaborados por el hombre y darles la condición de determinísticos, en comparación con aquellos inmersos en la naturaleza de carácter autónomo que tienen tintes de complejos por su capacidad de autoorganización. La vida entonces, emerge en el planeta en todas sus esferas, la posibilidad de realizar su clasificación taxonómica se ha ido dificultando, sin embargo el ecosistema denominado planeta tierra sigue siendo su caldo de cultivo.

Visualizando así la concepción de lo denominado sistema, valdría reflexionar acerca del alcance que tiene la palabra comunidad, la cual al tener “la cualidad de común” según la Real Academia Española (2023) nos lleva a entender que los seres vivos que habitamos en el planeta tenemos precisamente ese entorno común “el planeta” y desde ahí esgrimir la idea de que la comunidad a nivel terrestre debe ser concebida desde todo lo que lo habita sin religar su concecpción únicamente a la raza humana. Desde esa perspectiva bien valdrá la pena aclarar que desde una concepción occidental el hombre ha sido antropocentrista en su comportamiento, por lo tanto se ha otorgado el privilegio de conquistar a la naturaleza, ha creado sistemas de propiedad privada, domesticado animales, imaginado sus propios Dioses, engendrado sus mitos, planteado sus verdades, sin detenerse a pensar que su condición es ser parte de la naturaleza y como tal un elemento más de una comunidad de la cual depende, pues sus interacciones con ella han hecho que su especie haya permanecido en sus origen por aproximadamente siete millones de años.

Al aceptar la teoría del Este de Coppens (1994) entenderemos que el “antepasado común de los humanos y los chimpansés vivía en la selva del continente africano” y que por un proceso geológico engendrado en la falla del Rift aquel que quedó al Este de la división desarrolló un proceso de metamorfósis y de migración que le llevó a convertirse en el homosapiens actual y a poblar el planeta en sus diferentes zonas geográficas, pues sus necesidades de supervivencia hizo que el nomadismo sea el mecanismo empleado para lograrlo y a la vez la forma en la que se desarrollaron localías que en un inicio diferencio a las sociedades humanas entre lo civilizado y lo bárbaro, así como en época actual entre lo nacional y lo internacional.  Hace aproximadamente 12.000 años, la sociedades humanas se vuelven sedentarias y comienza un proceso denominado la revolución agrícola, en donde el hombre debía proveerse de sus recursos alimenticios, el proceso de domesticación que había comenzado en un inicio con ciertas especies de animales como el perro, el cerdo, el caballo, hubo de extenderse a los vegetales e incluso a seres de la misma especie a través del esclavismo. La revolución agrícola le dio al hombre el sentido de propiedad privada, los primeros indicios de división del trabajo y consecuentemente de estratos sociales.

En ápocas de edad antigua la configuración social se la desarrollo con la implementación de imperios, quienes ponían sus limes así como sus visiones de gobernabilidad y estructura social. Las ideas de democracia venían ya desde los pensadores griegos y los conceptos feudales fueron acentándose configurando las denominadas sociedades ternarias, que a decir de (Piketty, 2019) engendraron desigualdad por una estructura en la que se privilegiaba a los reyes, militares e iglesia, dejándo de lado al pueblo llano. Dicha desigualdad, aparentemente tendría su fin con la Revolución Francesa, pues al sacudir las bases de la monarquía se dio paso a la implementación de gobiernos republicanos y a la configuración de los Estados modernos, con la suscripción del Tratado de Westfalia. El concepto de comunidad, que en época feudal se le podía atribuir por ejemplo a la comunidad cristiana, se religó ahora a sociedades que se encontraban al interior de los Estados  y se tergibersó su denominación a tal punto de religar su concepto a pueblos que mantenían tradiciones ancestrales, lo común de la comunidad era visto desde  lo primitivo, desde el folklore, desde las tradiciones, desde el pasado.

Aparacería también una inflexión que llevaría a la sociedad a dejar atrás la revolución agrícola y gestar tecnologías que desencadenarían la primera, segunda, tercera y cuarta revolución industrial, todas ellas con elementos comunes: la energía y la comunicación. Las sociedades industriales dejaron atrás a las ideas de comunidad, pues la carrera desenfrenada por impulsar el crecimiento económico, llevarían a las sociedades modernas a ingresar en corrientes idealistas, proteccionistas y de la sociedad global, que llevarían a los países a pensar primero en el desarrollo social y luego a gestar ideas de comunidad. Sin embargo, las ideas comunitarias pondrían en el centro de su trabajo a Organismos internacionales en cuyos centros de  pensamiento estaban el crecimiento económico, el desarrollo y el desarrollo sostenible, de ahí que, se impulsó la creación de bloques económico cuyo fin último era el de crear una comunidad como es el caso de la Comunidad Económica Europea. La interacción economía – desarrollo – desarrollo sostenible, sería dialogada desde el crecimiento infinito de la economía, los accesos y libertades, así como, pensando en las necesidades de las generaciones presentes y futuras.

Pero recordemos, la comunidad internacional no solo está constituida por individuos del género homo y la especie sapiens, existen más de 8.000.000 de especies descubiertas a la fecha, todas con una función en el planeta, todas como un elemento del holograma ecosistema terrestre, todas con una relación de interdependencia, todas como agentes de interacción de sistemas de sistemas, que nos llevaría a pensar en que al hablar de comunidad planetaria internacional, estaremos hablando de un todo integrado necesario para preservar la vida y la libertad que de ella emerge. Desde ahora privilegiaremos entonces al bioanarquismo como constructo caótico que necesita reorganizarse permanentemente, recordemos que ya han existido cindo extinciones masivas de la vida en el planeta y que nuestro nicho ecológico ha tenido la capacidad de engendrar nuevas formas de vida, de ahí su anarquía, de ahí su bondad y alegoría por crearla en sus diferentes manifestaciones, de ahí la necesidad de comprender la importancia funcional de los diferentes reinos, de ahí la importancia de comprender al gran tejido planetario como un todo comunitario.

Cultura

En éste apartado intentaremos demostrar que la cultura en la comunidad planetaria debe construirse partiendo del principio de “la armonía de los sistemas adaptativos complejos ancestrales comunitarios”.

La palabra cultura viene del latín cultivo y está relacionada con un conjunto de valores ya sean éstos materiales o espirituales y su transmisión de una generación a otra. Desde Aristóteles, entendimos que la cultura era el otro lado de la ciencia, pues una cosa era el conocimiento adquirido a través de procedimientos científicos y otro aquel que devenía del aprendizaje diario. Platón ubicaba como antagónico de la cultura a la violencia, entendamos que en esa época reinaba un estado de la naturaleza en donde el conflicto zanjaba diferencias sociales. Marx, la definió desde la economía y acercó su definición a las relaciones sociales de producción. Webber nos lleva a entenderla desde la tradición. Sin embargo, el aparecimiento de dos grandes culturas planetarias occidente – oriente eleva su definición hacia un constructo complejo en donde entenderemos que para su gestación es importante realizar un recorrido social que cruce generaciones y deje legados. Mitología, filosofía, ciencia, revoluciones industriales, misticismo, cosmos, naturaleza, biología ¿Desde dónde debemos contextualizar las ideas culturales de los seres humanos? ¿Por qué a ciertas sociedades se les debe atribuir una investidura de cultura? ¿Por qué ciertas sociedades son vistas sólo como sociedades? ¿Por qué la cultura ha servido para dividir sociedades internacionales? ¿En qué momento la cultura fue vista como un antagónico de la ciencia y no como una comprensión complementaria? Son algunas preguntas que debemos hacernos antes de proponer su constructo.

Partiremos de la propuesta de que para formar la idea de una cultura planetaria se debe armonizar a los sistemas adaptativos complejos ancestrales que forman parte de la comunidad denominada planeta Tierra y preguntarnos acaso si la utopía de formar una civilización terrestre sobrepasa contextos culturales estancos. En su construcción, un sistema cultural planetario deberá de nutrirse de  un cúmulo de interacciones y condiciones de encuentro que le permitan estudiar su constreñimiento y dar la apertura hacia denotar entornos de auto organización que sean el sostén que privilegie la continuidad de la vida. Las interacciones a ser estudiadas deberán plantearse desde enfoques complementarios, pues la idea de armonización nacerá de su comprensión.

Nuestro sistema cultural planetario, estará compuesto de las dimensiones de: 1) El origen de la vida, las especies y la humanidad con sus interacciones cosmos – planeta – genética; Fuego – agua – aire – tierra; Biocentrismo – teocentrismo; Migración – supervivencia – evolución; Adaptación -domesticación – apropiación; 2) las verdades de las sociedades humanas con sus interacciones civilización-conflicto-barbarie-imperios-limes; Estado – seguridad – poder;  capitalismo – nacionalismo – coaliciones; Industria – energía – comunicación; Neoliberalismo – geopolítica – desarrollo; 3) ¿Qué hemos aprendido? y sus interacciones geocentrismo – heliocentrismo – policentrismo – antropocentrismo – centrismos – bioanarquismo; fenotipo – eficacia biológica – herencia de la variación;  Comprensión – conocimiento; hegemonía – democracia – localización – globalización – glocalización; 4) Las sincronías complejas con sus interacciones disciplina – interdisciplina – pluridisciplina – transdisciplina –  Complejidad; Racionalidad – intuición – sabiduría; 5) la armonía de los pares con sus iteraciones relacionalidad – correspondencias – complementariedad – reciprocidad – ciclicidad; saberes andinos; y, 6) la lógica planetaria con sus interacciones  símbolo – mito – magia y Comunidad planetaria. Dejamos abierta la posibilidad de desarrollar interacciones alternas bajo la lógica de auto organización del mundo real.

Planteadas así las dimensiones, es lógico darse cuenta del porqué no se ha conjeturado un constructo cultural que vaya de la mano con un pensamiento en la comunidad planetaria ya sea porque en función de la época vivida por las sociedades se había puesto en el centro de comprensiones alguno de los elementos descritos o porque de acuerdo a los interese sociales se privilegió  la construcción teórica ideológica de guías que marcaban el camino de los individuos. Así por ejemplo, en épocas de la prehistoria se privilegió a la supervivencia, en la mitología el politeísmo, en el oscurantismo los teocentrismos, en la edad moderna el capitalismo, en la edad contemporánea la tecnología. Según la lógica de la armonía de los sistemas adaptativos complejos ancestrales comunitarios, todo tiene el mismo nivel de importancia en vista de que para configurar un estilo de vida alrededor de la cultura se debe generar comprensiones y prácticas que lleven a unificar nuestros saberes diversos. Al pensar en globalización  no debemos olvidar que para muchas personas es importante su localización; los teocentrismos deberán conjugarse con los antropocentrismos y los biocentrismos; e neoliberalismo con la involución económica; el desarrollo con el subdesarrollo. Nuestra reflexión inicial: Quién ha dicho que para armonizar nuestra vida existe un solo camino.

Aparecerá entonces una premisa, la desigualdad cultural rodea a todos los ambientes planetarios incluyendo a los que se encuentran al interior de un mismo país, de una ciudad e incluso de una misma familia. Será entonces importante partir de una línea base que nos permita conocer las brechas culturales en las que nuestras sociedades viven en la actualidad, para que a partir de ello las enlacemos con una de las condiciones de encuentro privilegiada por los organismos internacionales: El Desarrollo sostenible.

Sistemas de cooperación y participación

La economía como se la conoce en la actualidad, no es un concepto que se puede adaptar al devenir arcaico de la cooperación y compartimento social, en tal sentido las sociedades ancestrales, basan su modelo de vida en una eco – crianza, en donde el respeto a la naturaleza, un consumo consciente, la participación comunitaria y el mantenimiento del nicho ecológico, involucra a todas los miembros en las mismas dimensiones, responsabilidades y obligaciones. Y aunque el término economía es relativamente nuevo, en la evolución del sapiens, las sociedades cazadoras recolectoras permitía a las personas una vida relativamente satisfactoria, el doble pensamiento del mito y logos, conducen a entender que en la diáspora del tiempo nuestros ancestros recolectores – cazadores desarrollaron técnicas imbuidas de una pensamiento empírico/racional/lógico, que les permitieron gestar un formidable saber base de toda ciencia, como especie el ser humano también ha transitado por estados de metamorfosis, acompañadas de adaptaciones en esa gran migración, mismas que permitió las adaptaciones a los nichos ecológicos, que fueron dejando un imprinting de pensamiento, acción, emoción, personalidad, cultura,

Quintana, Armando

De esta manera, en la búsqueda de la supervivencia, el sedentarismo fue la primera forma organizada de vida de las sociedades ancestrales, este modelo se sostuvo en base al forrajeo de la comunidad, sin embargo, hace 70.000 como parte de la primera revolución del conocimiento el hombre domestica la tierra y somete a otras especies a su servicio y su detrimento, lo que permite una inflexión en el estilo de vida, pasando al nomadismo, y con este una visión de predominio y hegemonías ya no solo de otras especies, sino también de su especie, los antropólogos suelen calificar a las sociedades cazadoras recolectoras de crueles y violentas, y aunque algunos pretendan insinuar que en estas etapas de la humanidad no se hicieron aportes de lo que hoy somos, (Harari, 2018, pág. 261) sostiene “Lo cierto es que hicieron muchas cosas importantes. En particular, modelaron el mundo que nos rodea en un grado mucho mayor de lo que la mayoría de la gente piensa”

Quintana, Armando

En tal sentido se puede establecer el término economía desde las sociedades ancestrales, ya que la subsistencias de caza y recolección, permitieron a los mismos llevar un sistema de control, consumo, planificación y ahorro y aunque la etimología de la palabra es relativamente nueva las bases dejadas en la antigüedad denotan pensamientos asociados a algo inexistente y que hasta la actualidad no existe ya que esta en el pensamiento humano como una creación conceptual y hermenéutica desde el pensamiento humano. Se descubre que la economía basada en la agricultura era estacional, con largos tiempos de cultivo y cortos ciclos demandantes de cosecha y agresivo consumo que determinaba la necesidad de diversificar períodos de simbra y cosecha, así mismo la economía de favores se desprende de la necesidad de crear compromisos obligatorios con exigencias dispuestas desde quien entrega el favor en una asunción de reciprocidad, pero también salta la noción de economías limitadas, asociadas a ubicación geográfica y capacidad de producción, en la economía del trueque surge la figura en donde dos o más personas o sociedades están dispuestas a intercambiar sus productos por aquellos o que no están en capacidad de producir o que tiene dificultades para hacerlo dando importancia a la idea de valor percibido, más adelante la economía monetarias se establece como un modelo en donde la moneda comienza a ser un símbolo de peso en el proceso de intercambio, para llegar a una economía global en dónde todos los países del mundo se han visto inmiscuidos de una u otra manera, todo esto llevando a un concepto de economía compleja.

Quintana, Armando

En tal sentido se vienen desarrollando propuestas de nuevos paradigmas desde áreas transdisciplinarias en donde se conjugan varias dimensiones ancladas a conceptos complementario y adaptativos, en pos de formar nuevos criterios y vertientes de modelos económicos que sustenten ante todo la sostenibilidad y que conjuguen con cultura y medio ambiente, es así que las propuestas devenidas desde la geoeconomía, los colores de la economía, economía de la tercera revolución industrial y economía cultural…, deben ser sustento y sustrato de análisis, dando paso a temas de falsacionismo como condición y fundamento teórico, en el afán de introducir nuevos paradigmas y planteamientos de propuestas alternativas que dejen espacio a un debate debate para términos que se desliguen de economía hacia términos más manejables como estilos de vida , cooperación y participación.

Quintana, Armando

Justificación e importancia

En un ejercicio intelectual que lleva a interaccionar a las culturas planetarias con el desarrollo sostenible, es importante desarrollar las dimensiones que de ella se desprende a fin de consolidar contextos de pensamiento que avalen la hipótesis: La cultura engendra sociedades que se afiancen en el desarrollo sostenible. Al contextualizar a la cultura como un sistema complejo, ella podrá nutrirse de elementos concurrentes y complementarios que abonen a su comprensión, pues al ser el resultado de un proceso de revolución cognitiva del ser humano que data de aproximadamente 70.000 años, en diferentes rincones del planeta se gestó pensamientos locales en una lucha por estructurar sistemas sociales en donde el común denominador era el de visualizar a lo suyo como verdad y a lo foráneo como antagónico. La cultura emergió del nomadismo, el sedentarismo, la mitología, la filosofía, la ciencia, las revoluciones industriales y sigue aún un camino que pensado desde la unificación del ser humano en el planeta nos debería llevar a formar una civilización terrestre.

De otro lado, el desarrollo sostenible como política internacional nacida de los organismos que regentan al paradigma de la sociedad global, surca en nuestros tiempos como un barómetro de un crecimiento económico que debe desacelerar sus ideas infinitas de apropiación de los recursos naturales del planeta. Así mismo, tendrá diferentes dimensiones de estudio entre las que destacamos a la educación de calidad, la ciudadanía mundial, los derechos humanos, los estilos de vida sostenibles, la igualdad de género…, como condiciones de encuentro que deben ser estudiadas con sustentos científicos y de un mundo real, en donde la dialéctica sea el eje de comprensiones del cómo abordar la relación cultura – desarrollo sostenible, a manera de un imprinting social que debe priorizar a la apología de la vida en su máxima expresión.

Alcance

La investigación tendrá tres niveles de ejecución: En una primera instancia será de tipo exploratoria en la fase de construcción de conocimientos de los temas de estudio que abonan a las comprensiones de las comunidades Yachachikux en la fase de culturas planetarias y el desarrollo sostenible como su condición de encuentro; Lo segunda fase será de tipo empírico concluyente, en vista de que partiendo del instrumento denominado “Comprensiones de la desigualdad cultural y desarrollo sostenible” se realizará el levantamiento de información de sus variables, con el propósito de contar con datos que sirvan de referencia para denotar la correlación sistémica entre cultura y desarrollo sostenible; Las tercera fase será de tipo explicativa y nos inducirá a desarrollar comprensiones complejas de  los resultados del estudio.

Planteamiento del problema

La construcción cultural compleja estudiada desde las dimensiones del  origen de la vida, las especies y la humanidad; las verdades de las sociedades humanas; lo aprendido; las sincronías complejas; la armonía de los pares; y, La lógica planetaria permitirán estudiar al desarrollo sostenible desde una acto de reflexión académica y verificación empírica, que nos lleven a desarrollar propuestas de estudio que sirvan de referencia para generar discusiones sociales que permitan afrontar brechas culturales a favor de plantear ideas de desarrollo y sostenibilidad.

Pregunta de investigación

¿Permitirán las comprensiones culturales planetarias engendrar sociedades investidas de una cultura de desarrollo sostenible?

Objetivo general

Analizar las dimensiones de educación de calidad de la Agenda 2030 de la política 4.7 como condiciones de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, con el propósito de identificar a los elementos que permitan disminuir brechas culturales y proponer ideas de desarrollo social.

Objetivos específicos de la cátedra

  1. Analizar a la educación de calidad como condición de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, a fin de identificar los elementos necesarios que configuren propuestas que abonen a su comprensión;
  2. Analizar a la ciudadanía mundial como condición de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, a fin de identificar los elementos necesarios que configuren propuestas que abonen a su comprensión;
  3. Analizar al desarrollo sostenible como condición de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, a fin de identificar los elementos necesarios que configuren propuestas que abonen a su comprensión;
  4. Analizar a los estilos de vida sostenibles como condición de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, a fin de identificar los elementos necesarios que configuren propuestas que abonen a su comprensión;
  5. Analizar a los derechos humanos como condición de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, a fin de identificar los elementos necesarios que configuren propuestas que abonen a su comprensión;
  6. Analizar a la igualdad de género como condición de encuentro de un sistema internacional investido de desigualdad cultural, a fin de identificar los elementos necesarios que configuren propuestas que abonen a su comprensión.

Objetivos específicos para el estudiante

  1. Desarrollar el marco teórico del ODS correspondiente;
  2. Plantear el marco metodológico;
  3. Demostrar la relación compleja existente entre ODS con la desigualdad cultural del sistema internacional;
  4. Discutir los resultados del estudio.

Desarrollo sostenible

En esta sección escribiremos 10 carillas acerca del marco teórico y el estado del arte del tema de elección.

 

Educación de calidad

Libro guía: Los siete saberes necesarios para la educación del futuro

Revisión de 20 papers

Ciudadanía mundial

Libro guía: Tierra Patria

Revisión de 20 papers

Estilos de vida sostenibles

Libro guía: Enseñar a vivir

Revisión de 20 papers

Derechos humanos

Libro guía: La vía para el futuro de la humanidad

Revisión de 20 papers

Igualdad de género

Libro guía: El paradigma perdido

Revisión de 20 papers

Capítulo IX: Método y metodología de estudio

Método

En el estudio se utilizará el juego de las interacciones como camino de análisis de la investigación:

Las interacciones son acciones reciprocas que modifican el comportamiento o la naturaleza de los elementos, cuerpos, objetos y fenómenos que están presentes o se influencian. Las interacciones: 1) suponen elementos, seres u objetos materiales que puedan encontrarse; 2) suponen condiciones de encuentro, es decir agitación, turbulencia, flujos contrarios, etc.; 3) obedecen a determinaciones/ constreñimientos, que dependen d la naturaleza de los elementos, o seres que se encuentran; 4) en ciertas condiciones se convierten en ciertas interrelaciones (asociaciones, uniones, combinaciones, comunicación, etc.), es decir, dan lugar a fenómenos de organización (Morín, 1977). 

Metodología

Enfoque: Cualitativo / Cuantitativo

Finalidad: Aplicada

Fuentes de información: De campo

Unidades de análisis: De laboratorio / Insitu

Control de variables: Experimental / No experimental

Alcance: Descriptivo / correlacional

Instrumentos de recolección de información: Entrevista / encuesta / observación / grupo de enfoque

Procedimiento de recolección de información: Técnica de campo / base de datos

Cobertura de las unidades de análisis:  Censo / muestra

Procedimiento para el tratamiento de información: Tabulación simple / tabulación cruzada / técnicas prospectivas

Instrumento

Obtener del enlace https://oikoscomplexus.yura.website/comprensiones-de-desigualdad/

Capítulo X: Investigación compleja de la desigualdad cultural del sistema internacional

  1. Recolección de información
  2. Tabulación correlacional
  3. Tabulación sistémico compleja

Capítulo XI: Discusión

Day (1990) nos deja el siguiente camino:

  1. Presentar principios, relaciones y generalizaciones que se gesten a partir de los resultados, tenga en cuenta que, en una buena discusión, los resultados se exponen, no se recapitulan;
  2. Señale las excepciones o las faltas de correlación y delimite los aspectos no resueltos;
  3. No elija nunca la opción – sumamente arriesgada – de tratar de ocultar o alterar los datos que no encajen bien;
  4. Muestre cómo concuerdan o no sus resultados e interpretaciones con los trabajos anteriormente publicados;
  5. No sea tímido: Exponga las consecuencias teóricas de su trabajo y sus posibles aplicaciones prácticas;
  6. Formule sus conclusiones de la forma más clara posible;
  7. Resuma las pruebas que respaldan cada conclusión. O, como diría un viejo científico sensato: “No dé nada por sentado, salvo una hipoteca de 4%”.

Bibliografía

Bertalanffy, L. V. (1989). Teoría general de los sistemas. México: Fondo de Cultura Económica.

Coppens, Y. (1994). Rift Valley.

Day, R. (1990). Cómo escribir y publicar artículos científicos. Wasihngton: The Oryx Press.

Descartes, R. (1637). Discurso del método.

Holland, J. (1996). Sistemas adaptativos complejos. In Redes de neuronas. Universidad de Michigan.

Maturana, H., & Varela, F. (1998). De máquinas a seres vivos. Santiago de Chile: Universitaria.

Morín, E. (1977). Em método I. México: Multiversidad Mundo Real.

Piketty, T. (2019). Capital e ideología.

Real Academia española. (2023, 04 26). Diccionario de la Lengua Española. Retrieved from https://dle.rae.es/comunidad

Red cultural Yuracomplexus. (2023). Comunidades Yachachikux. Quito: Red Cultural Yuracomplexus.