Marketing digital en la conservación de las especies: Caso Mindo
Baldeón González, Cinthya Vanessa; Salazar Reyes Estefanía Alejandra Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE Sangolquí – Ecuador Avenida Gral Rumiñahui s/n Resumen El estudio plantea la necesidad de conservación de las especies en el ecosistema denominado Mindo, a través del uso de técnicas de Marketing digital, como mecanismo que conlleve a reflexiones filosóficas que destaquen la importancia de cada uno de los conceptos utilizados en su desarrollo. La biodiversidad se construye con la interacción de sistemas biológicos, ecológicos y etológicos, la conservación se originará de la armonía de dichos elementos. El Marketing digital, sirve de soporte para entablar procesos de comunicación a través de plataformas múltiples, los conceptos utilizados para su aplicación se relacionan con temas en donde se destaca a las especies de la zona de estudio. Armonía, naturaleza, especies, caos, vida…, son algunos de los temas a destacarse en el posicionamiento del lugar objeto de estudio. Palabras clave Marketing digital, especies, Mindo Abstract The study raises the need for conservation of the species in the ecosystem called Mindo, through the use of digital Marketing techniques, as a mechanism that leads to philosophical reflections that highlight the importance of each of the concepts used in its development. Biodiversity is built with the interaction of biological, ecological and ethological systems, conservation will originate from the harmony of these elements. Digital Marketing, serves as support to initiate communication processes across multiple platforms, the concepts used for its application are related to issues where the species of the study area are highlighted. Harmony, nature, species, chaos, life …, are some of the issues to stand out in the positioning of the place under study. Keywords Digital marketing, species, Mindo Introducción Los aspectos maravillosos del planeta se los aprecia en la diversidad de la materia física visualizada en la biosfera, en los nichos ecológicos que surgen de la interacción de los elementos y en la relacionalidad de todo aquello que vive. Hablamos de los mundos minerales, animales, vegetales; hablamos del tetragrama tierra – agua – fuego – aire; hablamos de los ciclos biológicos, ecológicos y etológicos; hablamos de la relacionalidad de sus interacciones y de las necesidades mutuas que cobijan a los seres vivos en su gran dependencia con la Madre Tierra. Como lo mencionó Boff (2012) “existe una tradición transcultural que siempre consideró a la Tierra como Madre”, en su visión cósmica, los pueblos originarios sentían que la Tierra era y es parte de un Universo a quien rendían culto con respeto reverencial, tenían clara conciencia de que recibían de ella todo lo que necesitaban para vivir: Oxigeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, carbono, calcio…, emergían de sus entrañas. En la filosofía griega, se reconocía a Gea como la madre tierra, Tales de Mileto afirmó que el principio de todas las cosas era el agua, Anaxímenes de Mileto sostenía que era el aire, Pitágoras de Samos afirmaba que era el fuego (Yachachikux, 2019), cada uno de ellos, formaban parte de un sistema creador de energía que en su complementariedad sostenían la vida en el planeta. El álea infinita que se encuentra por encima de la atmósfera se la asocia con el éter. Klave (2018) comentó que el éter es un material misterioso que llena al cosmos por encima de la esfera terrestre. Éter, es el dios del aire o el cielo superior, la tradición ubica a los ángeles en el elemento éter. Las condiciones para el aparecimiento de la vida se gestan de la interacción de los cinco elementos. Al parafrasear a Maturana y Varela en la teoría de la autopoiésis, nos encontramos con una respuesta fehaciente del nacimiento de la vida: Habrá que gestarse nichos ecosistémicos en donde se interrelacionen los elementos necesarios para que ella aparezca, en su esfuerzo por mantenerse, encontraremos el mundo de los seres vivos. Desde la taxonomía, se dividió al mundo vegetal del mundo animal y al mundo animal del homo sapiens, misma que nos hizo ver como una especie superior por el hecho de haber logrado erguirnos, formar sociedades, imprimir historia y desarrollar tecnología…, invistiéndonos de un poder ilusorio sobre otros habitantes del planeta, ahora bien, dichos contextos sólo reflejan un conocimiento estéril, como bien decía Morin en el Paradigma perdido: Sabemos muy bien que somos animales de la clase de los mamíferos, del orden de los primates, de la familia de los homínidos, del género homo, de la especie sapiens; que nuestro cuerpo es una máquina de treinta mil millones de células, controlado y procreado por un sistema genético, el cual se constituyó en el transcurso de una evolución natural a lo largo de 2 a 3 millones de años; que el cerebro con el cual pensamos, la boca con la cual hablamos, la mano con la cual escribimos son órganos biológicos. Ahora bien, este saber es tan inoperante como el que nos informa que nuestro organismo está constituido por combinaciones de carbono, de hidrógeno, de oxígeno y de nitrógeno. Morin, Edgar Así mismo Morin planteó la necesidad planetaria de formar una trinidad que humanice a la humanidad, dada por un pensamiento biológico, ecológico y etológico. Biología Gagneten y otros (2015) dijeron, si preguntamos si la biología es en principio, una ciencia, seguramente obtendremos una respuesta afirmativa de la mayoría de personas, pero, ¿Te has preguntado que es la ciencia? podemos aventurar que es un conjunto de conocimientos que el hombre organiza en forma sistemática para explicar el mundo real. Podemos decir entonces, que la biología es un intento sistemático de satisfacer la necesidad humana de explicación respecto de la estructura y funcionamiento de los seres vivos. Como lo mencionan Audesirk y Byers (2003) la biología como disciplina, ha recorrido un largo camino. Su desarrollo histórico se inició como parte de la filosofía que estudiaba el mundo real. Los siglos XVIII y XIX muestran avances importantes en la anatomía, la zoología, la botánica,…, recién en la segunda mitad del siglo XIX se reconoce la unidad de los seres vivos y la existencia de fenómenos comunes a todos ellos. A su vez, la biología está estrechamente vinculada con otra ciencia natural ya que estudian la estructura de los seres vivos y de sus procesos vitales: la biocenosis o también llamada comunidad biótica, ecológica o simplemente comunidad. Se la define como, el conjunto de organismos de todas las especies que coexisten en un espacio definido llamado biotopo, que ofrece las condiciones ambientales necesarias para su supervivencia. Puede … Continue reading